TEMA : “CREER EN El DIOS
DE TODO”.
FECHA: SERMÓN TERCER DOMINGO DE CUARESMA MARZO 2021
Una frase que enseña el Apóstol encierra la esencia del mensaje
del Evangelio esta Semana. “¿No sabéis
que sois templos de Dios? Hay una estrecha y constante vinculación que hace
la Biblia entre el cuerpo, la vida, la familia, la sociedad, con la realidad de
templo como “casa de Dios”, un lugar
que es propio y totalmente sagrado, porque en su interior vive Dios.
Desde pequeños fuimos educados en torno a respeto de Dios, por
lo que el solo hecho de transitar por su frontis o ingresar a su interior
invita a dar un saludo que emerge necesariamente de una convicción, de un acto
de fe en la Santísima Trinidad. Por eso, hacemos a señal de la cruz y doblamos
la rodilla: Estamos en presencia del Señor, por lo que, no olvidamos lo proclamado por el salmista:
¿Qué nación tiene a su Dios tan cerca?
Padre Jaime Herrera Saint Peter’s 2021 |
Tal como acontece respecto del debido trato hacia nuestro padre,
al que porque se le honra se le respeta, y porque se le respeta se le obedece, ha de hacerse con el Buen
Dios. La razón para obedecer los
mandamientos de Dios no nace del poder pleno del Señor, sino de una confianza
amorosa de quien se reconoce deudor de un amor que nos dio de la nada la
existencia y que en todo momento vela por cada uno de nosotros. Decir “estar en las manos de Dios” es una
figura muy elocuente de una fe en la Providencia de Dios, o que figuradamente
parece realizarse al contemplar la
imagen de un recién nacido en los brazos de su madre.
Sin duda, cumplir los mandamientos no se debe –exclusivamente- a una situación de poder, como suele presentarse en el mundo de hoy. No sólo obedecemos porque está mandado sino que primero lo hacemos porque es amable el Señor nuestro Dios que nos lo pide, porque nos debemos y “explicamos” desde su persona divina, toda vez que sólo el misterio de Dios descifra los más recónditos misterios de la vida del hombre.
Cuando Dios no ocupa un lugar principal y basilar en la vida del
hombre y de la sociedad perdemos el centro, y todo parece desafinar,
distorsionarse y diluirse, comenzando una espiral de desintegración que
necesariamente conduce a un individualismo nutrido de un depredador egoísmo que
tiende al enfrentamiento, a la violencia, en lo que tantas veces los Sumos Pontífices
del pasado denominaron una cultura de la muerte, que no es otra cosa que la babelización de la vida social.
SACERDOTE JAIME HERRERA CHILE 2021 |
El Catecismo de la Iglesia nos enseña que los preceptos de Dios
contenidos en el Decálogo no son sólo una opción de los creyentes, sino que
responden a una realidad que está presente en la naturaleza del hombre mismo,
por lo que su cumplimiento incide en la perfección de cada uno en la búsqueda
por la santidad, como también, afecta su incumplimiento en la vida personal y social,
de manera real y significativa. Estamos
ciertos que en la actualidad la mayoría
de las personas piensan que “no pasa nada”
si no cumplen los mandamientos de Dios, descritos en la primera lectura de este
día. Muchos dirán: Veo el Tarot, practico Reiki, tengo figuras de divinidades
budistas y sigo viviendo; falto por negligencia, flojera u olvido a Santa Misa
por semanas y meses y no me pasa nada;
cuento chistes sobre Dios, veo películas contra Dios con mente abierta, leo
sobre cualquier cosa contra Dios y su Iglesia, y no me pasa nada.
Eso es lo que debe haber pensado el actual campeón mundial de
ajedrez de los últimos ocho años. De origen danés se burló de su adversario por
el hecho que rezaba antes de sentarse a jugar. “El Señor abandonó hoy Wesley So. Aparentemente no rezó con suficiente
fervor. ¿Cuándo ha demostrado alguien que se pueda conseguir algo rezando?”
Con el tiempo el joven creyente nacido en Filipinas se transformó en el verdugo
de nórdico ajedrecista afirmando que: “Creo
que todos los dones y regalos vienen de Dios. Si presumiese de algo, tendría
que presumir de lo que el Señor me ha
dado”
Wesley
So (USA) Campeón actual ajedrez 2021
Con Dios se vive mejor. Esto lo sabemos y podemos dar testimonio
de lo que ha sido nuestra vida personal, donde la fe nos ha permitido colocarnos
de pie una y otra vez, donde la misericordia de Dios ha sido capaz de “resucitar muertos” en cada confesión,
donde la Providencia Divina ha guiado nuestros pasos evitando tantos peligros
para nuestro cuerpo y nuestra alma, con lo cual, hemos tenido una nueva oportunidad para
enmendar el rumbo de nuestra vida, pudiendo llegar a decir, a la luz de la fe,
que una vida sin Dios no es vida. verdadera.
Habitualmente hay personas que juzgan a nuestra Iglesia y a Dios
por los males de mundo, como si ambos fuesen
culpables de la existencia de las guerras, enfermedades y odiosidades. Olvidan
que los mandamientos, como tales, no son
un simple consejo ni un camino más entre muchos, pues, de su fiel
cumplimiento surge una vida santa, una vida en paz, una vida plena, en
tanto, es a causa de su olvido, que persisten tantos males en la vida presente.
Hace unas décadas, durante la vida en el Seminario Pontificio de
lo Vásquez, recuerdo haber comprado una lámpara china que tenía un papel que establecía
en sus instrucciones de uso un voltaje para la ampolleta de sólo 25 watts lo
que estimé era muy disminuido, por lo que atornillé una ampolleta de tres veces
superior a esa capacidad, lo que hizo salir primero olor quemado de la pintura
de la lámpara, luego se comenzaron a quemar los cables de conducción hasta que la
ampolleta reventó a causa del calor. Si hubiese atendido las normas recibidas hubiera
entendido que la lámpara no era el problema…de modo semejante no es Dios el problema
de los males presentes sino la terquedad del hombre y la sociedad la que hace
sobrevenir tantos males en el mundo de hoy.
Parroquia Puerto Claro Marzo 2021 |
En nuestra Patria solemos recordar un antiguo refrán que surge
cuando nos dan una ley, una norma, o un mandamiento: “Hecha a ley hecha la pillería”, con lo cual se justifica la viveza
o chispeza de quién no cumple lo que
se le manda. Si esto lo aplicamos a Dios, descubrimos que estamos habituados a
torcer su voluntad a fuerza de imponer nuestros gustos y opciones, donde el
camino propio frecuentemente se antepone y se opone a los designios del Señor.
Dejemos de culpar a Dios de nuestras debilidades y maldades.
En medio de la predicación de nuestro Señor, Él reservó un
particular reconocimiento público a su
madre: “¿Quién es mi madre? …sino la que cumple
en todos los mandamientos de mi Padre que está en los cielos”. Tal grandeza
descrita por su hijo y Dios, es el mejor testimonio para que imploremos a la
Virgen Madre a la hora de pedir ser fieles a la voluntad de Dios al momento de cumplir
aquello que nos pide. Amén.
¡Que Viva Cristo Rey!
Iglesia de Valparaíso Puerto Caro Chile 2021 |
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