TEMA : ¡SON LOS SANTOS QUIENES ALZAN LA CASA DE DIOS!”.
FECHA: DOMINGO XV° / TIEMPO
ORDINARIO / CICLO
“C”.
1.
“¿Qué he de hacer para tener Vida Eterna?”
(San Lucas X, 25).
El
Evangelio de este día lo vamos a meditar como parte de los relatos vocacionales
que hemos venido conociendo desde hace dos semanas, cuando, en primer lugar, ante la llamada de Jesús hubo quienes
priorizaron sus trabajos, su vida
personal y sus lazos sanguíneos recibiendo como exhortación un tajante: “Deja que los muertos sepulten a sus
muertos”…!Tú, ven y sígueme! La semana pasada, Jesús elige a otros setenta
y dos discípulos a quienes envía para que con su testimonio preparen la llegada
del Señor a distintitos lugares advirtiéndoles que “la mies es mucha y los operarios son pocos” en tanto que irán como
“ovejas en medio de lobos”.
IGLESIA DE CERRO TORO CHILE |
En
esta semana, destacamos que la llamada
al apostolado de la caridad está vinculado a la santidad, es decir: no hay
apostolado posible que prescinda de la invitación a la conversión y a la bienaventuranza
eterna. ¡Sin santidad no hay caridad! Es el mismo Evangelio quien enseña que no
se puede amar al prójimo si acaso no se ama a Dios primero, siendo la vivencia
de la caridad una necesaria expresión respecto de quien habita en nuestro
corazón: Si vive Dios en el alma, que viva –también- en el corazón de nuestro
prójimo.
Como
echar agua a un saco roto resulta toda actividad pastoral donde no se tenga la
búsqueda de la santidad en su origen…la semilla de nuestro apostolado será el anuncio
de la bienaventuranza, en caso contrario, constaremos con prontitud que desde
un activismo y sincretismo “pastoral” aquel campo de trabajo –la mies abundante- llamado a dar “fruto en abundancia”, será estéril en todo ámbito: faltarán
virtudes, escasearan vocaciones, no habrá ni creatividad ni perseverancia, y
hasta en el plano material se percibirá un declive.
San
Lucas –a diferencia de San Juan, San Mateo y San Marcos- es el único que
describe este episodio, por lo que lo vemos como un relato que busca unir
apostolado y anuncio del Reino de Dios.
Los
habitantes de Jerusalén sabían que el camino entre su ciudad y Jericó era
peligroso, al punto que el historiador Flavio Josefo lo denomina: “Camino rojo” y “camino de sangre”… (Nada distinto al trayecto que ha traído la
ideología rubicunda desde hace más de un siglo).
Era
un trayecto similar en distancía al que tenemos entre nuestra ciudad y el Santuario
de la Virgen de Lo Vásquez…unos treinta y cinco kilómetros, nada despreciable
si se hace caminando.
PARROQUIA DE PUERTO CLARO |
Era
el camino que unía a la ciudad más antigua como es Jericó con la capital
cultual, cultural, económica y política de Israel, por lo que era frecuente los
asaltos hacia quienes iban o regresaban de peregrinar al Templo de Jerusalén.
Quienes
pasaron de largo eran parte de los mantenían “puntillosamente” las múltiples tradiciones religiosas judías, no
estuvieron a la altura de ver las necesidades de un hombre malherido.
Los
samaritanos adoraban a Dios en el Monte Garizim y eran tenidos como adversarios
por los judíos que no les perdonaban haberse “mezclado” con el mundo asirio de Mesopotamia, donde adquirieron
algunas de sus costumbres. Llevaba a tal punto de enemistad reciproca de judíos
y samaritanos que una “partera” o
matrona no debía facilitar con su oficio la llegada de un nacido en la
gentilidad o paganismo. Por ello, debe haber molestado y sorprendido la
parábola que hoy enseña en Evangelio, donde es –precisamente- un hombre de
origen samaritano el que es puesto como ícono de vivencia de la misericordia y
caridad fraterna hacia aquel hombre –un desconocido- que encontró moribundo la
vera del camino.
En
la actualidad a una persona “cercana” le diríamos de distinta manera: amigo,
vecino, colega, camarada, entre otras. En tiempos de Jesús se decía: “rea” a una persona que tenía cerca nía
y exclusividad en el trato, por lo que la expresión “prójimo” se trataba de un “compatriota”
y un “hermano creyente”. En todo
caso alguien cercano, tal como leemos en el Antiguo Testamento donde se
denomina al prójimo como a “los hijos de
tu pueblo” (Levítico XIX, 18).
Es
en el Nuevo Testamento donde la expresión “prójimo”
pasa a tomar más independencia de los lazos de sangre y de raza, por lo que se refiere
a toda persona, cuya existencia viene de Dios y cuya vida nos habla de Dios,
independiente de sus facultades, capacidades, salud, de su edad.
2. “Viva
vuestro corazón, los que buscáis a Dios”
(Salmo LXIX, 35).
Un
ejemplo contemporáneo de Buen Samaritano lo vemos realizado en la labor hecha por Madre Teresa
de Calcuta y de aquellas religiosas que siguieron sus pasos, las cuales –en
esta semana- han sido expulsadas por el gobierno comunista de Nicaragua bajo
pretexto de fomentar la violencia. En una ocasión dijo esta santa religiosa de
origen albanés: “Cuando u hombre sufre no
es porque haya sido olvidado de Dios, sino que es alguien en quien Dios ha
hablado”, tal como Dios Padre habló definitivamente en Jesús puesto en una
cruz, hecho varón de dolores cuyo rostro casi no era humano por los golpes y heridas
recibidas.
MISA VALPARAÍSO CHILE 2022 |
De
modo similar, Madre Teresa de Calcuta sabía que si la prioridad de sus afectos,
mente y corazón estaba puesta en procurar cumplir prioritariamente la voluntad
de Dios, ésta debía extenderse –también- a quienes encontraba a la “vera del camino” tal como el buen
samaritano lo hace en la parábola.
La
Buena Nueva de la Vida nos hace reconocer que nuestro prójimo: ¡Es persona,
aunque nunca haya tenido desarrollado su intelecto! ¡Es persona aunque este
inmovilizado totalmente! ¡Es persona aunque padezca una y todas las
enfermedades terminales! ¡Es persona desde el vientre materno hasta su último
suspiro en la ancianidad!
3.
“La
Palabra del Señor estar en tu boca y está en tu corazón para que los cumplas”
(Deuteronomio XXX, 14).
Por
esto, nuestro Señor responde con la Parábola del Buen Samaritano a la pregunta capciosa
y engañosa d un l joven “exégeta” enviado
desde el templo.
“Acercarse
al caído”: Implica un riesgo a ser engañado como tantas veces suele ocurrir
cuando alguien finge una necesidad y termina por asaltar, estafar, y burlar al
que se acerca. Jesús nos dice que a pesar de ello no debemos pasar por alto
ante el que está en el suelo, ante quien no puede seguir adelante, ante aquel
que las fuerzas le impiden recuperase.
No
basta la simple cercanía con el que sufre, pues el verbo usado en el texto
proclamado indica que –además- “se
inclinó”, lo que le permitió descubrir las reales necesidades de quien
yacía en el suelo “como muerto”.
En
ocasiones, las prácticas denominadas “solidarias” suelen quedar en deuda con
las reales necesidades de quienes lo requieren, pues sólo ven la “cáscara” del problema y no apuntan a las
“raíces” que lo provocan. Hoy algunos
hablan de “solidaridad” desde una
realidad extractiva de la
libertad de la persona, desechando el
principio de subsidiaridad que la doctrina social de la Iglesia ha propiciado
insistentemente. ¿Solidaridad estatizante o subsidiaridad libertaria? El
antiguo refranero popular nos ayuda: “No regales un pescado, enseña a pescar”.
CHILE CURRA PÁRROCO JULIO 2022 |
Tras
lo que se suele adjetivar como “solidario”
puede encerrar un grave paternalismo que termina incentivando el infantilismo de
la sociedad que facilita la actitud abusiva que se perpetúa de manera ilimitada porque la verdadera
caridad tiende a hacer realidad el misterio de la encarnación y de la redención
tal como enseña San Agustín: “Quien te
creó sin ti no te salvará sin ti”.
Lo
anterior nos lleva a buscar hacer bien el bien, procurando lo que el Buen Dios
y que todo buen padre anhela para sus hijos: que estos se desarrollen
libremente, contando con la cercanía providente y paternal respectivamente, que
en modo alguno suplante la determinación de sus hijos. El estatismo subyacente en algunas
modalidades de las denominadas “solidaridades” puede ser ocasión
para que se implementen autoritarismos
que terminen mutilando la libertad que Dios ha regalado a cada uno de sus hijos
y sociedades.
Imploramos
a la Virgen del Carmen Reina y Patrona de Chile que nos permita distinguir con
claridad respecto de cuál es nuestro prójimo y qué hemos de hacer al momento de
encontrarle, de manera especial, respecto del proyecto de una Carta Magna en
nuestra Patria que parece ocultar un nuevo modelo de estado absolutista. San
Pablo dice en la segunda lectura de hoy que Jesús: “Pacificando con su Sangre de su cruz
lo que hay en el cielo y la tierra” (Colosenses I, 20)., nos
invita a respetar a la persona y la familia en toda circunstancia y época. Tras
la expresión de “estado solidario” en
vez de fomentar un ente respetuoso de la libertad de los hijos de esta tierra
puede encerrar una nueva forma de dictadura, por lo que es bueno –una vez más-
recordar que es el Estado quien debe estar al servicio de la familia y de la
persona, y no al revés. Amén.
¡Pues,
Que Viva Cristo Rey!
PADRE JAIME HERRERA JULIO 2022 |
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