viernes, 28 de diciembre de 2018

LUZ PARA UN MUNDO EN TINIEBLAS


TEMA   :  “LUZ PARA UN MUNDO EN TINIEBLAS”.

FECHA : HOMILÍA  DEL DIA DE NAVIDAD DICIEMBRE DEL 2018

Hace unas semanas constatábamos un ambiente enrarecido en las calles de nuestra ciudad. Era evidente el clima de exasperación que pareció no poder llegar al feliz puerto del acuerdo.  El desencuentro de dos mundos que están originalmente unidos como uno de los pilares de sustentación del primer puerto de chile, nos hizo ver como postergado el tradicional ambiente festivo previo a los días santos de la Natividad que hoy celebramos.
“El mundo que andaba en tinieblas vio una gran luz” señala la profecía del antiguo testamento. No serían  las luces de improvisadas fogatas las llamadas a proclamar la esperanza, no serán las bengalas festivas de unos minutos (que veremos a fin de año) los que darán verdadero regocijo al interior de los hogares, sino que es la tenue, y quizás hasta tímida luz proveniente de la mirada de un Recién Nacido la que no dejara rincón del mundo en destellar en este día, en el cual una gran alegría nos ha nacido”.
¡Jesús ha nacido! La promesa cumplida del Padre Eterno, incoada en las puertas del Paraíso, y explicitada al Padre en la Fe, en Ur de Caldea, en orden a tener una santa y numerosa descendencia, erigida como el verdadero Pueblo de Dios, se muestra en la simplicidad sublime de contemplar a “un niño envuelto en pañales”.
¿En qué contexto el Señor nos ha mostrado su bondad? Cuando el hombre, creado “a imagen y semejanza” de Dios cede a la tentación de querer dictaminar (establecer) lo bueno y lo malo, la misericordia promete por primera vez un salvador; cuando los pecados y miserias humanas se hundían entre politeísmo, poligamia Dios elige a Abrahán para encaminar sus pasos hacia la tierra prometida, exigiendo ser para el pueblo su único Dios, y prometiendo tener como Dios un sólo pueblo.
Fiel a sus promesas, pide a Moisés encaminar a ese nuevo Pueblo de Dios por medio del desierto a lo largo de cuatro décadas, concediendo múltiples bendiciones y milagros, y entregando el decálogo en el Monte Sinaí para facilitar el cumplimiento de la voluntad de Dios a nivel personal y social. Tales mandamientos no coartan nuestra libertad sino que la terminan garantizando.

MISA DEL GALLO DICIEMBRE 2018 CHILE


Toda la expectación que anidaba desde su origen en el pueblo elegido tiene la respuesta definitiva en estas horas, donde el tiempo de la salvación inaugurado por Cristo, da paso a favorecer la conversión  y el mérito, asumiendo que Aquel nos creó de la nada no nos salvará sin nosotros. Dios interviene en nuestra vida para que lo todo lo que buenamente hagamos tenga eco, se vea y se escuche, en la eternidad, según lo cual de manera ininterrumpida nuestra viuda de creyentes ha de estar en las manos de Dios, sabiendo que nada escapa de su mirada, siempre justa y misericordiosa, siempre veraz y bondadosa.
Como creyentes entendemos que el hecho de sabernos observados por Dios nos  conduce a experimentar su protección poderosa, por lo que no navegamos a la deriva por la vida, y al venir a nuestro encuentro dando siempre el primer paso, sabemos que en toda circunstancia, desde los pastos frescos de la fidelidad hasta la aridez  del pecado, estará allí nuestro Dios para acogernos,  purificarnos fortalecernos y acompañarnos.
A este mundo envuelto en las tinieblas de la violencia y la corrupción invita el Niño Dios a un cambio de  vida. Son innumerables los campos donde a lo largo de esos últimos años y meses hemos visto que la corrupción es síntoma evidente de una corrosión moral, que tiene su origen en el debilitamiento espiritual. En efecto, aplicando el principio que el corazón de la paz es la paz del corazón, podemos ver que inequívocamente en el comienzo de toda violencia, de toda mentira, de toda corrupción se encuentra el sostenido alejamiento de las enseñanzas de Jesús, que aunque muchas veces son conocidas no acabamos de practicarlas en la vida diaria.
SANTA MISA DE NOCHEBUENA 2018


Las primeras horas de la Natividad del Señor están engastadas por el ropaje de la esperanza, tan necesaria para nuestras comunidades católicas en Chile, que se han visto fuertemente desafiadas por miserias internas y externas a lo largo de los últimos años.
Mas, sabemos que nuestra confianza permanece anclada en el poder y la misericordia de Jesucristo, cuyo nacimiento hoy celebramos. Es Él, quien por medio de su gracia puede cambiar todo un mundo envuelto en tinieblas en reguero de luz y verdad, capaz de abrir las puertas cerradas del Belén de ayer, donde “no hubo lugar para la sagrada familia”, como de tantos hogares en los cuales la presencia de Cristo permanece clausurada por el ateísmo militante y  el agnosticismo materialista.
¡Los muros caen y las puertas se abren! No hay fuerza en todo este mundo que sea capaz de contener la única que es capaz de extenderse más allá del  tiempo, y de lo que vemos y hasta imaginamos,  como es el amor de Señor, que siempre puede más, que siempre es más fuerte, porque es de Dios.
La esencia de la Navidad es muy simple, y son los niños, cuyas almas son dadas a percibir como connaturalmente las cosas de Dios, quienes primero lo descubren, porque, enseña el santo Evangelio que la verdad de Dios “ha sido revelada a gente sencilla”.
Por cierto, los primeros convocados al establo de Belén fueron los humildes pastores. De todos los habitantes de aquella ciudad, cuya prosapia tenía raíz real, toda vez que el Rey David nació en ella siglos atrás, fueron los hombres habituados al trabajo cotidiano, dedicados a descubrir la mano divina e la creación, que siempre habla de Dios para quien vive en Dios, fueron esos pastores los que inclinaron su mente, su corazón su vida a los pies del misterio que parecía encandilar sus almas,  habidas de amor y verdad.
El Mesías esperado estaba ante ellos, con toda su dulzura y pureza. Con la simpleza de estar cubierto con pañales,  en brazos de su joven madre la Virgen María y bajo la mirada atenta de su padre, San José Custodio. ¡Qué maravilloso espectáculo al que ellos habían sido convocados, los simples campesinos de Belén!
¿Por qué Dios, el Creador de todo el  Universo, el que habló a los Reyes y profetas, había preferido elegirlos a ellos para testificar en primera persona la llegada del Mesías verdadero? ¿Por qué un hombre rural, alejado de las letras y de la cultura ocuparía la primera fila antecediendo a los escribas y fariseos, que eran los expertos (exegetas) en  Biblia de la antigüedad?
GRUPO PARROQUIAL FUNDADO EN 1980


Porque Dios previamente confirió en ellos –pastores betlemitas-  la gracia de poder distinguir la importante de pasajero, porque sus vidas no estaban centradas en la producción y acumulación de bienes perecederos  sino en la búsqueda del bien, de la verdad y la vivencia de la caridad, descubierta al momento de contemplar que el Dios hecho hombre que todo lo tiene porque todo lo es, ha venido al mundo del que nada tiene y mucho es.


El amor de predilección dado por Jesús a los pastores les hizo ir presurosos a anunciar a sus hogares la maravilla de la que fueron testigos, asumiendo que la gracia recibida no era un tesoro a esconder sino una grandeza imposible de no compartir, no era una gracia a individualmente cobijar, sino a generosamente compartir. Esto nos lleva a descubrir que considerando el número de habitantes del mundo, proyectado a tres décadas más,  respecto de quienes creerán  en Cristo, 1 de cada 3 serán creyentes; y en nuestra Patria –actualmente- uno de cada dos el hecho se ser creyentes y estar en este día celebrando en el templo nuestra Misa de Navidad es una gracia semejante a la que tuvieron los pastores de Belén, que siendo una minoría entonces, por su fe fueron capaces de llevar el anuncio de la llegada de Jesús al mundo entero.
Como creyentes nuestra mirada no se detiene en el número de creyentes, mas bien  lo que principalmente ha de ocupar nuestro interés, ha de ser en qué creemos y en cómo creemos, es decir en la fidelidad que es la única capaz de transformar una cultura renuente a Dios y su obra.
Por ejemplo, para la formalización del amor de un hombre y una mujer en nuestra Patria encontramos a  quienes contraen matrimonio con diversas separaciones: primero con un pacto divorciarle, luego con separación de bienes, luego con separación de viernes. Nuestro trato con el Señor suele tener ciertas consideraciones que terminan desfigurando nuestra vida espiritual bajo el ropaje de las apariencias, de las conveniencias y de las modas. Si Dios no hace lo que le pido “me divorcio” de El unilateralmente; Dios no puede meterse en mi forma de manejar mis bienes y negocios, en mi bolsillo y en mis boletas Dios nada tiene que ver, y respecto de los días de la semana sólo el domingo se lo concedo,  pero el viernes y sábado me los reservo y en ellos  hago lo que quiero. ¿Es ese el modo de tratar al Dios que hoy vemos que nace en Belén?

                                                         PARROQUIA  PUERTO CLARO NAVIDAD 2018


Sin duda, el cuidado que pródigamente concede la Santísima Virgen María en este día es el icono más preciado que tenemos para ofrecer todo lo que somos y tenemos, lo que fuimos y seremos a los pies del Niño Dios quien, con toda se grandeza, su bondad y ternura, nuevamente nos invitar  a una nueva vida, al nacimiento de aquel (que fuimos) ) que un día fue bautizado y constituido hijo de Dios, al convencimiento que tuvimos al instante de nuestra Primera Comunión de estar con Jesús lleno de pureza y generosidad, al momento que recibimos los siete dones del Espíritu Santo en nuestra juventud. En este día que Jesús ha nacido ¡Feliz Navidad ¡Que Viva Cristo Rey!

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