COMUNICADO DE LOS OBISPOS DE LA PROVINCIA ECLESIÁSTICA
DE TOLEDO ANTE LA APROBACIÓN POR LAS CORTES DE CASTILLA-LA MANCHA DE LA LEY DE
DIVERSIDAD SEXUAL Y DERECHOS LGTBI (ESPAÑA) AÑO 2022
Los
Obispos de la Provincia Eclesiástica de Toledo –que integra la archidiócesis de
Toledo, Primada de España, y las diócesis de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y
Sigüenza-Guadalajara-, queremos
recordar una vez más, desde nuestra condición de pastores del Pueblo de
Dios, la doctrina del Magisterio de la Iglesia sobre la naturaleza del ser
humano.
Apoyamos
toda iniciativa que favorezca la igualdad real y evite la discriminación que
puedan sufrir las personas por razón de sexo, raza, religión, opinión o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social, como expresa nuestra
Constitución.
Apoyamos
igualmente las medidas, siempre necesarias, que ayuden a evitar la violencia
contra personas y “colectivos” por esos
u otros motivos. La Iglesia, como institución, desea estar siempre al lado de
las personas que sufren. Con este fin, promueve proyectos concretos para
acoger, acompañar, ayudar y, en definitiva, promover la dignidad de quienes son
“descartados” por la sociedad.
Precisamente
por ello, los Obispos nos sentimos
obligados a manifestar nuestra preocupación por la reciente aprobación de
la Ley de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI en Castilla-La Mancha.
La
citada ley, a pesar de que declara que tiene como principal finalidad evitar
situaciones de discriminación y violencia contra las personas que denomina como
“LGTBI”, también se orienta a implantar en la sociedad una concreta forma de
entender la naturaleza del ser humano, en la cual se parte de la separación
entre el sexo con el que se ha nacido y con el que la persona se identifica,
entre el sexo con el que se ha nacido y la elección personal de la orientación
sexual.
De
hecho, la inmensa mayoría de los preceptos de la ley tienen por objeto
incorporar la perspectiva de género de manera transversal y promover las
medidas en materia LGTBI en todos los sectores de la sociedad –Administración
Pública, bienestar social, ámbito familiar, educativo, sanitario, cultural,
económico, medios de comunicación, protección ciudadana y ámbito rural– y para
toda la población de nuestra región.
Junto
con ello, la ley introduce un importante régimen sancionador, con multas de
3.001 a 30.000 euros para sus infractores, con la prohibición para entidades o
personas de recibir subvenciones o, incluso, la inhabilitación temporal, cierre
o suspensión temporal del servicio, actividad o instalación durante un año.
Además,
se invierte la carga de la prueba; es decir, corresponderá a quien se atribuye
que ha discriminado a personas LGTBI la aportación de una justificación
probada, objetiva y razonable de las medidas supuestamente discriminatorias.
Animamos
a todas las personas que lo deseen, lean atentamente la ley y la valoren en
conciencia por sí mismas. El
planteamiento antropológico que subyace en esta ley es contrario a la enseñanza
del Magisterio de la Iglesia sobre la naturaleza del ser humano y no responde a
lo que afirma la ciencia, la cual sostiene que la identidad
sexual tiene su fundamento principal en la biología.
En
definitiva, esta ley pretende ser una visión que contrasta tanto con la fe como
con la razón, con consecuencias sobre la esencia de la familia. Dios nos ha
creado hombres y mujeres, y la diferencia entre ambos es una verdad. La visión antropológica cristiana parte de
la sexualidad como un elemento constitutivo de la personalidad derivado del
diseño de Dios. La libre determinación de la personalidad no puede ser
contraria a la verdad ni ser manipulada hasta el extremo de olvidar o ignorar
lo que el ser humano es.
Aunque,
ciertamente, se parte del respeto de cada persona y de la coincidencia de
voluntades en la lucha contra cualquier expresión de injusta discriminación, la
luz de la verdad exige exponer con claridad esta visión.
Pedimos
a los fieles de la Iglesia que peregrinan en el territorio de Castilla-La
Mancha que intensifiquen su oración para
que cese toda forma de violencia y discriminación en la sociedad, fomenten su
formación y articulen positivas vías de acción que ofrezcan a todos la belleza de nuestra realidad como hombres y
mujeres creados a imagen y semejanza de Dios.
Por
último, imploramos al Señor que nos dé
fuerzas para saber discernir lo bueno de lo malo; lo que puede ayudar
verdaderamente a mejorar la vida de las personas, a nivel individual y
colectivo.
En
Toledo, a 26 de mayo de 2022.
✠ Francisco Cerro
Chaves ✠ Atilano Rodríguez
Martínez Arzobispo de Toledo Obispo de Sigüenza-Guadalajara Primado de España ✠
José María Yanguas Sanz ✠ Gerardo Melgar
Viciosa Obispo de Cuenca Obispo de Ciudad Real ✠
Ángel Fernández Collado ✠ Francisco César
García Magán Obispo de Albacete Obispo Auxiliar de Toledo.
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