TEMA :
“UNA VOCACIÓN DADA POR DIOS”.
FECHA : HOMILÍA MATRIMONIO
ZUZULICH & RIOSECO
Queridos novios Valentín e Irene,
queridos padrinos, hermanos en el Señor:
Resulta inevitable cuando
acudimos a este templo no mirar a la distancia el panorama que se nos viene
encima con la inmensidad del océano de fondo. San José María Escrivá de
Balaguer escribe en el libro Camino que “en el horizonte parece unirse el
cielo y la tierra, mas desde que Cristo asumió la condición humana es en el
corazón del hombre dende se une el Cielo y la tierra”.
En este lugar, que parece como
elevarse, descubrimos que se hace realidad que el cielo y la tierra se unen
estrechamente en medio de la celebración de la Santa Misa, puesto que,
Jesucristo -luego de la consagración- cumple la promesa de estar presente en
medio nuestro hasta el fin del mundo, y lo hace, renovando de modo misterioso
lo hecho por nosotros en el Calvario, en cuya cumbre cumple lo que había anunciado
“nadie tiene amor mas grande, que aquel que da la vida por sus amigos”.
De manera tan real como
misteriosa, la unión sacramental en el matrimonio, donde un hombre y una mujer
donan sus vidas en presencia de Dios que ratifica sellando con su gracia el
amor, adquiere ese “algo de Dios” permitiendo que dicha unión realmente
haga presente el amor de Dios en medio de la vida cotidiana.
Cuando el Apóstol San Pablo se
refiere a la realidad del amor de Dios, nos enseña que el prístino ejemplo es
el que profesan los esposos en el matrimonio: “Gran sacramento es este que
yo lo refiero al amor de Cristo” (Efesios V, 32).
Ustedes, queridos novios, hoy
acuden a este lugar cumpliendo una vocación que Dios les ha dado, pues al
momento de crearlos, con nuestra expresión limitada ante quien es Dios, diremos
que “pensó” en cada uno, con todas sus potencialidades, en cada una de
las virtudes y gracias, como en las eventuales limitaciones, a la vez, que
estableció que este momento fuese parte de sus designios, dejando de lado toda
casualidad.
Habitualmente en nuestros templos
se elevan oraciones por las vocaciones al sacerdocio, pero no siempre se hace a
título personal para encontrar a la persona que Dios ha querido para cada uno.
En esta tarde, respondiendo a la vocación al matrimonio han llegado hasta las
gradas de este altar de manera individual. Mas, egresarán de este templo
tomados de las manos y al mismo paso, en un mismo caminar. ¡Toda una lección de
lo que es el santo matrimonio!
En efecto, hasta ahora han
recibido la bendición de Dios de manera “personal”, en unos instantes,
al repetir la fórmula del mutuo consentimiento, el Buen Dios comenzará a dar
sus gracias a ambos en su nueva condición, pues “son uno sólo” en Jesús.
En consecuencia, esta unión
irrevocable, establecida por el mismo Dios desde la creación del mundo y
elevada por nuestro Señor a signo eficaz de su presencia, les hará posible lo
que resulta infructuoso como es permanecer unidos todos los días de su vida. ¡Vicente
e Irene…El futuro tiene un nombre y es la persona que está junto a ustedes
ahora ante el altar!
Hace unos años nuestra región
tuvo la visita en abril de 1987 del Papa Juan Pablo II, quien dedicó la
Eucaristía celebrada en las alturas de Rodelillo a recordar la importancia de
la Vida Familiar y Matrimonial. Nos detendremos en tres puntos importantes
dados entonces, y que ahora recobran plena vigencia al inicio de la vida
esponsal y familiar de estos alegres novios.
A). “El futuro del mundo se
fragua en la familia” (Familiaris Consortio, n.86).
Nada parece mas urgente para
nuestro tiempo a nivel personal, familiar y social que procurar fortalecer la
vida familiar, procurando dedicar los mejores esfuerzos y el tiempo mas
preciado en la búsqueda a estrechar los lazos al interior del hogar. Son tantas
y variadas las distracciones que diluyen la convivencia al interior de las familias
que se requiere de un esfuerzo especial por dar no sólo importancia sino prioridad
a la vida en familia.
B). “Toda la vida de familia, encuentran en la
Eucaristía una fuente de luz”.
Respecto de la Santa Misa diremos que nada puede
contribuir mejor a fortalecer el hogar que la presencia de Jesucristo en el
corazón de cada miembro de nuestras familias. En la medida que abrimos las
puertas a Cristo como familia, el Señor se hace presente con sus gracias que
pueden sostener y refrescar toda nuestra la vida, por ello, ambos procurarán estar cerca de Jesús para
estar mas unidos. Si, a quien Dios une quiere unidos entre sí!
C). ¡Sagrada
Familia de Nazaret! 'Haz que la vida de todas las familias chilenas se parezca
a ti.
La visita calificada de histórica que hizo el Papa
Pablo VI a Israel develó la grandeza de la vida de Jesús, María y José en la
pequeña localidad de Nazaret. Quienes se preguntaban puede salir algo
importante de ese lugar olvidaban que allí Jesús viviría treinta años, y que
regresaría en varias oportunidades, a la vez que desde lo alto de la cruz se
anunciaría en las dos primeras palabras su origen: “Jesús Nazareno”, con
lo que descubrimos la importancia que tiene mirar hacia aquel villorrio de
Nazaret a lo largo de toda la vida esponsal y familiar.
No es baladí que durante treinta años el Señor
permaneciera en aquel lugar, y que sólo tengamos referencia de su infancia y
juventud de esa ciudad nazarena. Imploremos a la Virgen, nuestra Madre
Santísima que bendiga a estos novios que esperan con ansia la bendición de Dios
por medio de la recepción del sacramento del Santo Matrimonio.
El poder de intercesión que la Virgen y Madre
mostró en Caná de Galilea hoy lo renueva al conceder su ayuda a quienes
escuchan su mensaje: “Hagan todo lo que Jesús les diga”
¡Que Viva Cristo Rey!
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