martes, 2 de julio de 2024

CARTA A MARTIN ASCUI BRITO ALUMNO UAI SEDE VIÑA JUNIO 2024

 



SR. MARTIN ASCUI BRITO

MIEMBRO GRUPO PASTORAL UAI,

CAMPUS VIÑA DEL MAR.

PRESENTE.              Viña del Mar Viernes 25 de Junio del 2024

De nuestra consideración,

                                               El CIC establece en el Canon N° 1188 que “debe conservarse firmemente el uso de exponer a la veneración de los fieles imágenes sagradas en las iglesias; pero ha de hacerse en número moderado y guardando el orden debido, para que no provoquen extrañeza en el pueblo cristiano ni den lugar a una devoción desviada”. Conviene tener presente que este texto está tomado casi en su totalidad del Concilio Vaticano II, en la Constitución Sacrosanctum Concilium número 125.

                                              Consultado respecto de la colocación de un cuadro de la Virgen al interior de la capilla te recordé la norma que establece la interpretación estricta que se refiere a la multiplicación del culto a diversas advocaciones de una misma persona en un templo. Lo primero que debemos considerar es recordar la diferencia entre una capilla u oratorio  y un templo parroquial, y a la vez, tener presente que la responsabilidad recae en su eventual aceptación o rechazo, en el capellán de la Universidad (C.I.C. c.564 y c.567&2), el cual, obrará en sintonía con el sentir del Obispo del lugar, asesorado habitualmente por una Comisión de Liturgia y Arte Sacro que en este caso no existe, lo que explica que se den múltiples arbitrariedades a la hora de colocar o sacar imágenes en los lugares de culto.

 

                                               Por tanto, será el Capellán de Oratorio quien deba evaluar lo que se debe hacer, teniendo presente todos los antecedentes, pues cada fiel puede tener el cariño y devoción por quien desee, pero el Oratorio -en este caso- permanece por generaciones, por ello, se debe procurar “pensar y obrar” con perspectiva a futuro, no en la pequeñez (temporal) de la inmediatez.

                                              La factura o calidad de los materiales de las imágenes propuestas, y eventualmente expuestas, deben mover a la devoción evitando se transformen en medios de promoción de parte de quienes buenamente participan en los diversos movimientos laicales que han surgido a lo largo del último siglo. Reconociendo el mérito de los alumnos y docentes jóvenes de formar parte en un grupo eclesial determinado, es menester promocionar dar testimonio en la vida cotidiana por medio de la piedad y la virtud, que no necesariamente se ha de ver en las imágenes colocadas en el mencionado recinto sagrado.

                                                  Sin duda, si desea colocarse la imagen de la Virgen María, puede ser la que permanece tácitamente en el escudo de la Universidad representada en una estrella, que como sabemos -porque está suficientemente documentado- es Nuestra Señora de las Mercedes de Puerto Claro, cuya imagen (estatua) acompañó la Sede institucional original en uno de sus accesos principales.

                                                 Personalmente estimo que en el Oratorio de la Universidad hace falta una “imagen” de la Virgen (tipo estatua), porque considerando que el óleo expuesto en la capilla es una reproducción de muy alta calidad engastada en un marco de muy buen gusto, no tiene la fuerza de mover a la piedad, a la devoción que si suelen tener las denominadas “estatuas”. Por ello, con la tecnología actual se puede proponer confeccionar una imagen en poliresina usando un sistema digital en impresora 3D, para lo cual se puede hacer una erogación entre los actuales alumnos y los ex alumnos que deseen aportar.

                                                Sin otro particular, Dios Guarde a Ud.

                                                    Pbro. Jaime Herrera González

                                                  Cura Párroco de Puerto Claro

No hay comentarios:

Publicar un comentario