TEMA : “LA VIRGEN TESTIGO FIEL EN LA BUENA NUEVA”
FECHA: TEMA II° NOVENA VIRGEN DEL CARMEN / 2024
En este segundo día de preparación a la Novena de la
Virgen del Carmen, nos detenemos en la presencia de la Virgen en el Evangelio.
Los cuatro evangelistas hablan de la Virgen María en once oportunidades, incluidos
los Hechos de los Apóstoles y el libro del Apocalipsis.
Cuando María habla Jesús responde. Esto es una
constante en las intervenciones de la Madre con su Hijo.
En seis ocasiones San Lucas habla sobre la Virgen, por
eso ha sido signado como “confidente” de la Virgen.
Genealogía de Jesús: El Evangelista San Mateo nos presenta una cadena interrumpida
entre el Antiguo y Nuevo Testamento. Si miramos un árbol desde las raíces,
pasando por el tronco y todo su ramaje. Descubrimos que todo tiene relación, así
acontece con los denominados “árboles genealógicos”, tal como San Mateo
describe los orígenes de Jesús en medio del pueblo de Israel.
“Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la
cual nació Jesús, que es llamado el Cristo” (I,23).
Esto tiene importancia por dos razones: En primer
lugar, porque la virginidad une a la María Santísima con la figura única de Jesús.
Ella está consagrada a la misión dada por Dios en vistas a que iba a ser Madre
de Jesucristo. En segundo lugar, por ser esposa de San José, “hijo
descendiente de David”, el carácter humano de Jesús deviene de la unión matrimonial
de José y de la Virgen.
Toda la genealogía habla de antecesor y predecesor
como “engendrados”, al momento de referirse a Jesús dice que “nació
de la Virgen María”, lo que evidencia el carácter virginal de la concepción,
y el misterio de la eternidad del Verbo. Ello nos hace tener una vida
espiritual donde la profesión de fe en Dios Uno y Trino esta centrada en Dios
que podemos descubrir como un “algo” divino en las cosas mas aparentemente
simples, cotidianas, pero que encierran una grandeza de Cielo, de amor de Dios
y de eternidad como de modo germinal, ya iniciado y presente……¿Quién tiene a su
Dios tan cerca como nosotros?
La Anunciación: (San Lucas I, 26-38): El segundo texto del Nuevo
Testamento, nos habla de la presencia en la Casa de Nazaret del Arcángel San
Gabriel quien le anuncia a nuestra Madre que ha sido constituida como “llena
de gracia”, y que será alzada por un privilegio único como la “Madre del Mesías,
el Señor”. Sin duda, destaca la disponibilidad inmediata de la Virgen que responde:
“Hágase en mi según tu palabra”.
Esa respuesta fue dada por la Virgen -en palabras del Papa
Juan Pablo II- “con todo su yo humano, femenino, y en esta respuesta de fe
estaban contenidas una cooperación perfecta con la gracia de Dios que previene
y socorre y una disponibilidad perfecta a la acción del Espíritu Santo, que perfecciona
constantemente la fe por medio de sus dones” (Encíclica Redemtoris Mater, número 13).
La Visitación: (San Lucas I, 39-56). Para acreditar su mensaje el Arcángel
le hace participe a María de la novedad que su parienta Isabel está embarazada,
por lo que su amor espíritu de servicio le hace ir con rapidez hacia la
localidad de Ain Karim donde esta el hogar de Zacarias e Isabel que esperan la
llegada de San Juan Bautista. En familia, al interior de un hogar, surge la
primera alabanza y reconocimiento hacia la Virgen, y surge del corazón de
Isabel que clama lo que repetimos en cada oración del Ave María: “Bendita
eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre”.
El apostolado de todos los fieles bautizados
-consagrados y laicos-tiene su origen en este episodio, puesto que: “con su
visita a Isabel, María realiza el preludio de la misión de Jesús y colaborando
ya desde el comienzo de su maternidad en la obra redentora del Hijo, se
transforma en el modelo de quienes en la Iglesia se ponen en camino para llevar
la luz y la alegría de Cristo a los hombres de todos los lugares y de todos los
tiempos” (2 octubre de 1996).
Nacimiento de Jesús (San Lucas II, 6-20).
A los Apóstoles Mateo, Marcos, Lucas y Juan los
llamamos “Evangelistas” porque dan a conocer la Buena Noticia que es
Jesucristo. No son por tanto, como algunos biblistas y predicadores modernistas
los denominan como “simples narradores” de un relato del pasado. Seamos
claros: ¡Los Evangelistas anuncian a Cristo que es Dios y hombre! No son
simples narradores sino testigos que dieron su vida por la verdad.
Uno de ellos -San Lucas- relata el nacimiento de jesus
destacando lo desprovisto de toda seguridad, poder, y reconocimiento, donde incluso
no “hubo lugar para ellos”, y donde diría posteriormente Jesús, recordando
aquel episodio betlemita “El Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su
rostro”. ¡Toda una enseñanza para
quienes andan por la vida invocando una falsa humildad a punta de exclusiones,
excomuniones, y exabruptos que no pueden ocultar en su rostro agrio -especialmente-
cuando deben dar la cara ante Dios presente en nuestros altares y sagrarios.
¡Qué diferente era el rostro de Santa María y san José
en aquella Noche Santa!, donde el Mesías esperado se presentó “envuelto en
pañales” con la debilidad que encierra todo “recién nacido”. Nada
sorprendente, nada actual, nada aggiornado, aconteció aquella Noche despuntada
en un amanecer: El universo y todas las
creaturas del Cielo y de la tierra fueron llamadas a doblar sus rodillas,
juntar sus manos y repetir con los Ángeles: “Gloria a Dios en el cielo y en
la tierra paz a los hombres que ama el
Señor”. Una de ellas, era María.
La purificación de Nuestra Señora (San Lucas II, 22-38).
El triunfo de Jesús, hijo de María es anunciado por el
anciano Simeón en el templo de Jerusalén, donde debían acudir para la purificación
de quien había dado a luz, y para la ceremonia establecida para los niños a
ocho días de nacido. En ese contacto, a la Virgen se le anuncia “a ti mujer
una espada de dolor atravesará tu alma”, lo que evidentemente encerraba el
primer anuncio del modo como Nuestro Señor obtendría nuestra salvación y el
perdón de los pecados. El gozo propio de quien ha pasado por dar a luz, en este
momento adquiere un nuevo sentido pues se vislumbra lo que dicen las escrituras
respecto del Mesías y que será ratificado por el mismo Señor cuando iba camino
a Jerusalén: “Cuando sea elevado atraeré a todos hacia mí” …” Mirarán al que
traspasaron”.
Un aspecto fundamental que destacan los cuatro evangelios sobre la Virgen María es su papel de corredentora, es decir, de cómo es asociada a lo que su Hijo y Dios padecerá para redimirnos, a la vez, que unida a sus sufrimientos lo será, no de modo temporal sino que estará eternamente vinculada a los gozos de estar con Jesús y sus mejores amigos para siempre en el Cielo. ¡Virgen del Carmen Reina de Chile, Salva a tu pueblo que clama a tí! ¡Que Viva Cristo Rey!
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