Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo
según San Lucas IX:1-6
“Convocando a los Doce, les dió autoridad y poder sobre todos los
demonios, y para curar enfermedades; y
los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: «No toméis nada para el camino, ni bastón, ni
alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. Cuando entréis en una casa, quedaos
en ella hasta que os marchéis de allí. En
cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de
vuestros pies en testimonio contra ellos.» Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena
Nueva y curando por todas partes” ¡Palabra del Señor!
Capellán Jaime Herrera St.Peter’s Viña |
Enseña la historia que un día San
Francisco le pidió a un hermano de comunidad que lo acompañara a predicar.
Salieron por las calles de Asís, deambularon por los recovecos y huellas, y
finalmente regresaron a su convento. Sorprendido el hermano de no haber “dicho”
muchas cosas, de no haber realizado sermón alguno, no dudó en consultar al
seráfico poverelo respecto de que si acaso iban a “predicar” cómo era que
saliendo toda una jornada nada dijeron…Sobrevino la respuesta de inmediato: el
valor del testimonio de dos hermanos que
siguiendo el mandato del Señor, hacían lo que Jesús les pidió.
Padre Jaime Herrera Saint Peter’s Viña |
La vivencia del Evangelio constituye de
suyo la más elocuente de las predicaciones y es a la vez un ícono del
apostolado, al que Nuestro Señor nos invita a realizar permanentemente
Primero, destacando el valor del apostolado familiar: “cuando entréis en una casa”. El hogar es como el cuerpo de la
familia, por lo que debemos procurar -hoy como ayer- subrayar la importancia
que tiene para la nueva evangelización el apostolado familiar, pues, el futuro
del mundo se fragua en cada familia.
Segundo: destacando el valor del desasimiento: “No toméis nada para el camino”. Vale decir, el espíritu de
desprendimiento, que permite poder caminar más holgadamente y llegar más lejos.
Así, la enseñanza del actual Romano Pontífice apunta a una Iglesia pobre para
los más pobres, realidad que ha de plasmarse en todo apostolado, cuya fortaleza
se verá sostenida en la medida exacta que aprendamos a desprendernos de aquello
que aparentemente se nos presenta como necesario y urgente.
Tercero: destacando el valor de la oportunidad: “Hasta que os marchéis de allí”. Los frutos de toda actividad de
apostolado apuntan a procurar fortalecer la amistad con Dios. Como en una
cadena, cada eslabón es necesario para que se mantenga unida, así, la actividad evangelizadora y misionera tiene
un tiempo, el cual, no responde
necesariamente al que uno tiene programado, al que uno estima conveniente, al
que a uno más le agrada, sino que el tiempo dependerá del dueño de él, tal como
es nuestro Señor. Las matemáticas del hombre muchas veces no tienen los mismos
resultados con las “matemáticas” de
Dios. Entonces, hemos de rezar para implorar el debido espíritu de discernimiento
y descubrir cuál es la voluntad de Dios, y cuándo nos está pidiendo algo nuevo,
por lo que para el creyente la oportunidad
no depende de lo fortuito sino que deviene en todo momento de lo alto del Cielo.
¡Viva Cristo Rey!
Santa Misa Saint Peter’s School Viña |
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