sábado, 18 de julio de 2015

San Lucas IX, 1-6

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas IX:1-6

Convocando a los Doce, les dió autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. Y les dijo: «No toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengáis dos túnicas cada uno. Cuando entréis en una casa, quedaos en ella hasta que os marchéis de allí. En cuanto a los que no os reciban, saliendo de aquella ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos.» Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes” ¡Palabra del Señor!

Capellán Jaime Herrera St.Peter’s Viña        

Enseña la historia que un día San Francisco le pidió a un hermano de comunidad que lo acompañara a predicar. Salieron por las calles de Asís, deambularon por los recovecos y huellas, y finalmente regresaron a su convento. Sorprendido el hermano de no haber “dicho” muchas cosas, de no haber realizado sermón alguno, no dudó en consultar al seráfico poverelo respecto de que si acaso iban a “predicar” cómo era que saliendo toda una jornada nada dijeron…Sobrevino la respuesta de inmediato: el valor del testimonio de dos hermanos  que siguiendo el mandato del Señor, hacían lo que Jesús les pidió.

Padre Jaime Herrera Saint Peter’s  Viña     
La vivencia del Evangelio constituye de suyo la más elocuente de las predicaciones y es a la vez un ícono del apostolado, al que Nuestro Señor nos invita a realizar permanentemente

Primero, destacando el valor del apostolado familiar: “cuando entréis en una casa”. El hogar es como el cuerpo de la familia, por lo que debemos procurar -hoy como ayer- subrayar la importancia que tiene para la nueva evangelización el apostolado familiar, pues, el futuro del mundo se fragua en cada familia.

Segundo: destacando el valor del desasimiento: “No toméis nada para el camino”.  Vale decir, el espíritu de desprendimiento, que permite poder caminar más holgadamente y llegar más lejos. Así, la enseñanza del actual Romano Pontífice apunta a una Iglesia pobre para los más pobres, realidad que ha de plasmarse en todo apostolado, cuya fortaleza se verá sostenida en la medida exacta que aprendamos a desprendernos de aquello que aparentemente se nos presenta como necesario y urgente.

Tercero: destacando el valor de la oportunidad: “Hasta que os marchéis de allí”. Los frutos de toda actividad de apostolado apuntan a procurar fortalecer la amistad con Dios. Como en una cadena, cada eslabón es necesario para que se mantenga unida, así,  la actividad evangelizadora y misionera tiene un tiempo, el cual,  no responde necesariamente al que uno tiene programado, al que uno estima conveniente, al que a uno más le agrada, sino que el tiempo dependerá del dueño de él, tal como es nuestro Señor. Las matemáticas del hombre muchas veces no tienen los mismos resultados con las “matemáticas” de Dios. Entonces, hemos de rezar para implorar el debido espíritu de discernimiento y descubrir cuál es la voluntad de Dios, y cuándo nos está pidiendo algo nuevo, por lo que para el creyente la oportunidad no depende de lo fortuito sino que deviene en todo momento de lo alto del Cielo. ¡Viva Cristo Rey!

Santa Misa Saint Peter’s  School  Viña




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