lunes, 28 de mayo de 2018

“HACIA UNA VERDADERA CARIDAD TRINITARIA”


TEMA SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD MAYO 2018

1.     Festivamente culminamos el tiempo pascual.

Durante estas semanas, en momentos de haber iniciado el denominado tiempo litúrgico “ordinario”, tendremos la oportunidad de celebras varias festividades que unidas constituyen el engaste especial para culminar el tiempo pascual: Luego del Domingo de  Pentecostés, el jueves pasado fue Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote; hoy domingo es la Santísima Trinidad, luego el día de Corpus Cristo; el viernes ocho honraremos al Sagrado Corazón de Jesús, el sábado siguiente el Corazón Inmaculado de la Virgen.
En sólo dos semanas tendremos la gracia de poder tener como compactadas el mayor número de celebraciones que contiene el año Litúrgico. No debe extrañar entonces que el demonio busque por todos los medios destacar sus obras contra Dios y toda su creación, cuya cúspide es cada hombre creado –al sexto día-  “a su imagen y semejanza”. Cada persona, desde el sacramento del bautismo, está llamado a ser huella de Dios, y eco de sus palabras de bendición al mundo entero, por lo que cada vida humana es sagrada porque viene y va de las manos de Dios.

BENDICIÖN A LA MADRE PUERTO CLARO

2.     La dignidad de revestirse de Cristo.
Según esto, la dignidad de cada uno de nosotros tiene su primer fundamento en el hecho de ser pertenencia de Dios, cuyo amor gratuitamente nos es ofrecido en cada instante y entregado entrañablemente en cada Santa Misa, cuando recibimos el cuerpo y la sangre de Cristo.
En efecto, desde la recepción de Jesús Hostia nos “revestimos del Señor” para tener una vida nueva, donde lo que nos importe sea lo que a Dios importa, y lo que abandonemos sea lo que al Señor desagrada. No se trata de una simple indumentaria –como es la sotana del sacerdote, el hábito de la religiosa y el anillo de los esposos-, no se trata sólo de un signo religioso –como sería un crucifijo o una medalla-  es un modo de vivir nuevo que nace exigido por el hecho de estar en comunión con Cristo, según lo cual, somos corpóreos y consanguíneos suyos para revestir nuestras acciones con la misericordia que siempre puede más.

Entonces, el hecho de conocer más sobre la persona de Cristo, y el hecho de tenerlo presente en nuestra alma nos exige la vivencia de un modo  de vida “estilo creyente”,  insertos en medio de la realidades de este mundo pero no bajo su dominio. Nuestro Señor lo dijo claramente en la Última Cena: “No te pido que los saques del mundo, pero sí te pido que los preserves del mal”.
El Pontífice actual nos ha invitado a ser pastores “con olor a oveja”, lo cual es un modo contemporáneo de recordarnos  que como creyentes debemos amar al prójimo con “entrañas de misericordia”, es decir, tan impregnados de su amor que en todo y con todos vivamos nuestra identidad.

Catequesis de Comunión Puerto Claro Mayo 2018

3.     La certeza de la inhabitación trinitaria.
Esta vivencia eucarística es la que procuraron llevar los primeros cristianos, que proclamaban el credo con sus acciones, evitando la simulación que aparenta lo que no es; la fantasía que sueña lo que no posee; y la mentira que contradice lo que es. ¿Por qué vivían así los primeros creyentes? ¿! Miren cómo se aman!? Solían decir los no creyentes al verificar que los católicos de los primeros siglos vivían unidos como hermanos de verdad.
Eran capaces de compartir sus bienes, eran capaces de perdonar hasta setenta veces siete; eran capaces de anunciar el nombre de Cristo a los paganos; eran capaces de ser fieles a sus mujeres y vivir la virtud de la castidad; eran capaces de denunciar conductas morales aberrantes sin olvidar tender la mano y dar vuelta las páginas de las ofensas recibidas…de todo esto fueron caces no porque fuesen más inteligentes sino porque comprendieron que solos nada podían y que junto al Señor no hay imposibles.
Insertos –en el siglo primero- en una sociedad que permitía la esclavitud con todas las injusticias sociales que ello conlleva; que propiciaba la promiscuidad y la homosexualidad; que aplicaba algo morigerada la sed de venganza, no dejaron de escribir con sus vidas los primeros peldaños de la fe que hemos recibido y de la cual somos hoy sus primeros herederos responsables.
Sin duda la inhabitación trinitaria en sus almas fue la chispa vital que les permitió vivir el programa de fe propuesto por el Señor, asumiendo la misión no desde una oportunidad más entre otras, sino desde la convicción que emana de la certeza de haberle encontrado. “Es el Señor”, “hemos visto al Señor”, “es verdad ha resucitado”, “nosotros somos testigos”, son todas expresiones salidas de labios de quienes no pudieron callar lo que habían visto y oído.

El hecho de estar con Jesús “cara a cara” no admite indefiniciones ni parcialidades. O se es totalmente de Cristo o se opone totalmente a sus designios…simple “o de Cristo, o del mundo”.

4.     El fundamento de la Iglesia es la Santísima Trinidad.

Día Virgen de Fátima Puerto Claro Mayo 2018

Sin duda a quienes Dios Uno y Trino une consigo quiere unidos entre sí, por ello fundó el Señor su Iglesia cuando dijo: “Tu eres Pedro y sobre ti edificaré mi Iglesia, y el poder del mal no prevalecerá”.  
Si la certeza de estar con Cristo fue un imperativo para los primeros creyentes, el hecho de pertenecer a la Iglesia fue algo decisivo, tal como lo señala el mismo Apóstol San Pablo cuando comparó la unidad de cada miembro al cuerpo humano, o la unidad entre el hombre y la mujer por el santo matrimonio.  La aceptación de Cristo pasa por la vinculación con su Iglesia, que es la familia de los bautizados.
Cuando a un cuerpo se le separa un miembro hablamos de mutilación, pues bien, la intención de separar a Cristo de su cuerpo constituye una mutilación de la persona del Señor, lo cual tiene graves consecuencias para todo aquel que procurar vivir su fe en fidelidad y convicción.
Mas, el liberacionismo  actual tiende a separar a Cristo de su Iglesia, pretendiendo hacer vano el sacrificio de Cristo que en lo alto de la cruz muere por cada uno y por todos, toda vez que si afirmamos que toda gracia, odo don es dado como miembros vivos de su Iglesia, entonces lo que Él hizo y obtuvo por toda su pasión, muerte y resurrección tiene neciamente una dimensión eclesial.
Por cierto, en este día de la Santísima Trinidad asumimos la misión encomendada por Jesús de “ser uno como yo y tu padre somos uno”, según lo cual, el  profesar esta verdad implica acoger las obras de misericordia como han procurado hacerlo la Iglesia a lo largo de dos milenios.
Cómo entender el amplio abanico de congregaciones que no dejan de nacer por todo el mundo, y que han colocado su mirada en un aspecto concreto de la misericordia para hacerla obras que sean eco de nuestra fe. Así lo enseña el Apóstol Santiago en su carta: “Alguno dirá yo tengo fe y tú tienes obras. Muéstrame tu fe sin obras y yo te mostraré mi fe por mis obras”.

5.     La Santísima Trinidad vence siempre.

BAUTIZO PUERTO CLARO 27 MAYO 2018

En consecuencia, el reconocimiento a la Santísima Trinidad pasa por el hecho de  “ser Iglesia”, es decir, por asumir que si acaso decían los primeros cristianos: “Sin Cristo no podemos vivir”, hoy podemos añadir: ¡Sin su Iglesia tampoco!

Así,  en la plenitud de los tiempos, con tanto vacío al interior del hombre, Dios puso su morada en medio nuestro, entonces, tengamos la esperanza fundada en su presencia, que en estos tiempos de particular oscuridad en la cotidiana vivencia de la fe, no faltarán almas generosas que reviertan la avalancha de malas noticias con el solo anuncio de la única Buena Nueva capaz  de despejar toda oscuridad como es la verdad que Dios es Uno y trino, que desde nuestro bautismo no ha dudado en hacerse presente en nuestro corazón.

Esta sola verdad es capaz de vencer tanta maldad, tanto ocultamiento, tanta desidia, Dios Trino siempre puede más. ¡Él es más fuerte que el poder del pecado, por abominable que nos resulte! ¡Dios permanece para siempre, el pecado en todas sus formas un día desaparecerá para siempre!
Así, por oscura, fría, y solitaria que sea la noche del pecado nunca podrá  evitar un nuevo amanecer…la aurora de la salvación de la cual Nuestra Madre Santísima es su Estrella Matutina!  ¡Que Viva Cristo Rey!

MISA EN VALPARAÍSO MAYO DEL 2018







domingo, 13 de mayo de 2018

¿QUÉ DIRÁ EL SANTO PADRE QUE VIVE EN ROMA?


  TEMA  DE  FORMACIÓN  MES  DE  MAYO  DEL  2018.

SANTUARIO DE LO VASQUEZ CHILE
La dramática noticia de la explosión de la Clínica Alemana en Concepción llevó a remecer un amplio sector de esa ciudad, la cual se expandió –también-  a nuestra conciencia e imaginación. Todos vamos a un centro medico por una necesidad, porque algo falla en nuestra salud. Y al llegar a centro médico prácticamente comienza nuestra recuperación porque de la inseguridad de una enfermedad pasamos a la certeza de repuntar en ella estando allí.

Pero, que acontezca que en un lugar hecho para restablecer la salud,  encontremos la muerte, el dolor y la inseguridad es algo simplemente impensable.

De la misma manera acontece con lo vivido en parte de algunas comunidades de la Iglesia en Chile en estos días, meses y años recientes. Los niños y jóvenes, enviados por sus padres para “estar sanos” de alma encontraron dolor, daño y angustia en el lugar, en un ámbito, en una realidad en la cual  debía existir lo mejor, evidenciando con esto que “la corrupción de lo mejor es la mayor”.

Conocedor de la naturaleza humana debilitada en virtud de su primera incursión,  el demonio  sabe golpear y dañar donde más afecta y duele, y se es particularmente débil. Precisamente,  el ensañamiento se verifica –especialmente-  ante lo que se muestra esperanzador, puro, y sano. ¡Qué más que la inocencia de la infancia y juventud! Allí, una bomba detonó con fuerza en medio de nuestra Iglesia. En Fátima y otros lugares algo… ya se anunció…

El diagnóstico es común. Lo que está mal debe ser reconocido y reparado. No hay posibilidad para el resquicio, el discernimiento o la interpretación.  Ahora, la única oportunidad que se debe dar es al reinado de la verdad y a la certeza que lo mal hecho no vuelva a repetirse

Para ello, se requiere un cambio que no ha de ser presentado como un simple “avance” o una “breve renovación cosmética” sino al retorno de lo esencial que es descubrir el fin para lo cual existe la Iglesia y el sentido para lo cual Cristo instituyó el sacerdocio. Sin la mirada puesta en el afluente –que es Cristo- jamás habrá nuevamente ríos de gracia y bendición y, por cierto,  seguirán las suspicacias y desconfianzas que aumentarán de manera exponencial.

CAPILLA SEMINARIO LO VÁSQUEZ
Pretender que nuestra Iglesia y sus sacerdotes permanezcan esclavizados a los vaivenes de los tiempos, a las modas y convencionalismos es claudicar ante los encantos del mundo.

Una Iglesia servil al secularismo resulta tan nociva como una iglesia obsecuente al clericalismo. Sintonizar con Cristo conduce a sintonizar su obra redentora con el mundo y la sociedad de hoy, que requiere con urgencia de comunidades y de consagrados tan convencidos como convincentes.

¿Alguien piensa que el edificio de aquella clínica alemana penquista que voló por los aires pueda ser implementado (restaurado)  por medio de la misma forma, similares procedimientos, iguales materiales y personas que llevaron a su total colapso?

a). No más lobby eclesiástico: En los nombramientos de nuevos obispos no se debe permitir que el lobby entre pastores silencie la voz del Espíritu Santo, manifestada en la posterior decisión del Romano Pontífice. ¿El Santo Padre es quien elige o ratifica? Sin duda,  a lo largo de la historia de nuestra Iglesia, hubo circunstancias que permitieron que algunos príncipes del mundo y de la Iglesia hayan rivalizado en los nombramientos episcopales. Quienes hoy apuntan la presencia de un número importante de Obispos “cuestionados” de la Iglesia en Chile, olvidan –quizás, sin saberlo- que estos fueron presentados un día por “otros” obispos que los prepararon y promovieron al episcopado. En lenguaje nuestro: Hay que presentar la sandía entera, y no ofrecer la “sandía calada”.

b). Con formación parroquial: En lo inmediato, los obispos deben tener una vida espiritual y pastoral experimentada, ojala lo más diversificada posible, evitando que sean “expertos sólo en el metro cuadrado de sus habilidades” olvidando que es la vida parroquial la que con mayor propiedad suele “centrar” al sacerdote llamado a pastorear y ser pastoreado.

Una antigua religiosa experta en psicología solía recordar que es la parroquia la que “pule” a los sacerdotes, permitiéndoles construir una red que inhibe con mayor fuerza del espíritu disipado, obtuso y academicista que cuela egoísmos y  parcialidades que están en el origen de tantos errores y horrores como los que hemos visto en las últimas décadas.

PARROQUIA PUERTO CLARO
c). Pastor que conozca todo su rebaño: La misión del obispo es poseer verdaderamente en su corazón a todos los sacerdotes de su diócesis, evitando tener “grupos de amigos que terminan eternizándose en los cargos diocesanos.

La “mirada amplia” no sólo puede darse con quienes están en la otra vereda de la vida de nuestra Iglesia sino que primero ha de extenderse a los que caminan en la propia. También, aquí es válido asumir que “la caridad parte por casa”.

A este respecto, la visita pastoral del Pastor a las comunidades puede ser un camino eficaz para que cada cierto tiempo, al menos, cada obispo diocesano verifique el caminar de sus comunidades en primera persona, y no por sola referencia de terceros que pueden distorsionar la realidad en virtud de intereses e ideologismos muy particulares.

d). Sacerdocio pleno y misionero: Hay una frase bíblica: “Nadie es bien recibido en su casa”: La elección del episcopado que se avecina, que algunos se han aventurado en cifrar a casi un tercio de su totalidad, sería conveniente que diese paso a la designación de los nuevos purpurados enviándolos a comunidades lejanas a las de su tierra de origen.

Al mejor sacerdote de Arica hacia el otro extremo del país y viceversa, esto con el fin de evitar que cualquier tentación de loobismo impere, y que haya consagrados más interesados en figurar para ser promovidos que en servir y amar a sus propias comunidades. Hay sacerdotes que casi son presentados –por la prensa y otros medios- como candidatos permanentes al episcopado, y en eso se les va la vida…también, la de sus comunidades. El “carrerismo” anestesia la vida de cualquier comunidad, esterilizando la creatividad, amagando la piedad y eclipsando la caridad. El obispo no debe buscar colocar “su” sucesor, sino que tendrá como su mayor corona a los que se esmeren por alcanzar la bienaventuranza eterna. Con urgencia se necesitan sacerdotes santos,  no sacerdotes promocionados. Hacia allá deben tender los esfuerzos, prioridades  y perspectivas de la vida pastoral.

e). Formación integral de la fidelidad: La revisión de la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis referida a la formación de los futuros sacerdotes: Los seminarios y centros de formación de religiosos alguna responsabilidad tienen en todo esto. Que un diamante en bruto que es toda vocación sacerdotal termine pulverizado implica un proceso formativo fracasado, como lo es el de la llamada “autoformación”. Reconociendo que la relación causa-efecto no tiene exactitud matemática tratándose de la relación entre personas, sin duda se ha de reconocer que en los procedimientos, en las acentuaciones y silencios  formativos, han tenido alguna consecuencia en el desastre que ha significado el tema de los abusos hacia personas vulnerables al interior de nuestra Iglesia en Chile.

f). Amplia perspectiva del magisterio: Una mayor vida espiritual, una más fiel enseñanza tomista para ordenar el pensamiento, especialmente en los primeros años de formación, una visión integral a las enseñanzas pontificias contextualizadas con la viva tradición de dos milenios, un procurar conocer de primera fuente y cotidianamente todas  las enseñanzas del actual pontífice no –simplemente- por lo que le interesa destacar a la prensa, todo ello es una urgencia en la formación de las futuras vocaciones.

g). No desdeñar la persecución: Es importante que los sacerdotes y los obispos no teman a que arrecie la incomprensión en su futura predicación. Todo indica que ello aumentará, pues más cerca del fin que del comienzo andamos. Así lo dice el mismo Jesucristo. El Credo de los Apóstoles  no contiene ningún párrafo afín a la democracia, por lo que no son las urnas las que deben guiar el anhelo de una cultura católica.  El retorno a lo esencial pasa por vivir fielmente consagrados a la causa de Cristo y su Reino, ello  es un imperativo, pero no lo es el servilismo de las  causas del mundo y de sus poderes.

h). Clara información de los bienes de la Iglesia: Se hace necesario transparentar de una manera más adecuada las finanzas de los obispados y congregaciones de religiosos, pues los fieles al estar mejor enterados de todos los haberes y gastos se sentirán exhortados a colaborar en un grado de mayor compromiso y generosidad, asumiendo tareas importantes en la generación y administración de los recursos que eventualmente se dispongan.

La comunión de los bienes de las primeras comunidades debe vivirse también en nuestro tiempo, evitando que los sacerdotes tengan un acceso desmedido de los bienes, lejano a lo que poseen los fieles de su entorno en general.

i). # Modo pobreza verdadera: El “estilo de vida” sobrio implica no sobresalir del medio en que se desenvuelve habitualmente. Una Iglesia pobre para los pobres exige austeridad entre los consagrados, no como una máscara o disfraz que se usa ocasionalmente para aparentar,  esgrimiendo las consabidas consignas del liberacionismo,  sino como el “modo” que permanentemente han  procurado llevar los Santos a lo largo de su vida.

Muchos de los males del clero que ha sido infiel a sus promesas sacerdotales han comenzado por el acceso a una vida que, en su niñez y juventud ni soñaron siquiera llegar a poseer. De algún modo, el demonio amarra los ideales con el dinero para luego desatarlo por medio del desenfreno de las pasiones.

Los casos más crueles de abusos a menores han sido ejecutados por parte  de quienes un día fueron revestidos de poder y de recursos ilimitados, gozando de bienes perecederos olvidaron el valor de aquellos bienes que no perecen. ¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero si termina perdiendo su alma?

i). Descubriendo el primer amor: Cualquier análisis que se haga de los casos de sacerdotes condenados por la justicia civil y eclesiástica en Chile, no podrá negar que en el origen de aquellos pecados y delitos hubo una cadena ininterrumpida de claudicaciones, de rebajas, y de proyectos egoístas, donde el estilo de vida de los presbíteros al que la Iglesia un día invitó fue mutilado paulatinamente hasta quedar en una triste realidad casi totalmente secularizada, donde con el leguaje del mundo procaz, con el alma ya insensibilizada hacia la trascendencia y piedad, con el despojo del hábito talar pregonero de una total consagración mutado en la comodidad de una moda pasajera, se fue insensibilizando al amor de Dios y el prójimo  cediendo a más los bajos instintos. En el amanecer de la sublime  vocación consagrada dejando nada por Todo, terminan con el paso de los años olvidando Todo por nada.

              PADRE JAIME HERRERA MAYO 2018

Cuánta verdad en aquello  que enseñaban los antiguos seminarios al momento de advertir sobre los riesgos que entraña la tibieza en la vida de sus futuros consagrados: “pobreza mitigada, obediencia dialogada y castidad compartida”. ¡Resulta impresionante como este slogan del liberacionismo se verifica en la actualidad! Ningún esfuerzo será suficiente para pregonar la necesidad que nuestros seminaristas, sacerdotes y obispos encaminemos nuestros mejores esfuerzos por el retorno a lo esencial.  

Lo anterior, tal como acontece en la vida de quienes se aman, resulta necesario en medio del caminar. Recordar las vivencias del inicio de una vida,  no implica un retroceso sino que, más bien,  constituye el impulso necesario para que los pasos se den con seguridad, sabiendo que la voluntad de Dios no se cumple por un irrefrenado anhelo de progreso, de avance ni de renovación, pues Cristo, como ideal del sacerdote y consagrado, es el mismo ayer, hoy y siempre.
¡Que Viva Cristo Rey!





   

viernes, 11 de mayo de 2018

“NUESTRA MADRE DEL CIELO Y DE LA TIERRA”


 HOMILÍA  DÍA  DE  LA  MADRE   /   MAYO  DEL  2018.

En medio de las celebraciones de este tiempo pascual, nos reunimos para celebrar el Día de la Madre, que coincide –en esta oportunidad-  providencialmente con la Festividad de Nuestra Señora de Fátima, cuya imagen hoy luce especialmente engalanada, toda vez que hace ciento un años atrás se apareció en la localidad de Cova de Iría en la aldea de Fátima (en Portugal) a tres niños: Francisco, Jacinta y Lucía. Ellos un día vieron sobre el tronco de una encina, la imagen de la Virgen lo cual les cambió la vida de una vez para siempre.

PARROQUIA PUERTO CLARO
Como San Pablo ante Jesús camino a Damasco, los niños ante la Virgen en Fátima tuvieron un cambio de vida, que pasado un siglo está plenamente vigente para quien desea ir a Jesús por medio de María.

1.     La Madre en la formación espiritual y moral.

La Santísima Virgen les muestra una visión de cómo sufren los condenados al infierno, ello sólo lo hace luego de haberles instruido convenientemente sobre la bienaventuranza prometida que alcanzarían al estar en el Cielo. Esa Promesa les hizo sobreponerse al horror y pavor que les dio aquella fuerte imagen.

Vemos con ello cómo la Virgen ejerce un aspecto del don de la maternidad advirtiendo y “rayando bien la cancha” a sus hijos predilectos a los cuales escogió para manifestarse. Exigida por la misericordia que lleva a practicar la obra de misericordia de enseñar al que no sabe y corregir al que yerra, como niños aun, pero  con un alma adulta para conocer lo referente a la salvación, les hizo tomar conciencia del riesgo de condenarse y de la grandeza de estar con Dios, no ya por un tiempo limitado sino para siempre.

En la actualidad, con no poca frecuencia  se confunde la bondad con la complicidad; la exigencia con la dureza; la cercanía con la tibieza; olvidando que la mayor grandeza de la mujer que ha recibido el don de la maternidad es  ser el rostro visible de Dios que, por cierto,  va más allá de una amistad.  

Por desgracia, muchas teorías favorables a la empatía terminan sepultadas por un silencio conformista  al momento de exigir, de promover, de corregir que son funciones propias de una madre. ¿Quién mejor que ella pueda saber dónde acentuar los aspectos referidos a la formación espiritual y moral en los hijos?

CERRO TORO VALPARAÍSO CHILE

2.  Fortalecer la voluntad y el espíritu de sacrificio.
Un segundo aspecto, es que la perdida de la fe constituye un mal mayor que cualquier holocausto nuclear, pues la muerte muerta es para siempre estar al margen de Dios y la muerte que conduce a la Vida es un paso para permanecer junto a Él siempre.

Las “llamas extendidas por el mundo entero” que les dijo la Virgen María  a los tres niños videntes,  según refiere el tercer secreto, no son sino el ardor, la angustia y el hambre que padece un mundo alzado al margen de Dios, que no acaba de descubrir que la única seguridad y la más segura confianza sólo tienen su fundamento en buscar, encontrar y amar a Dios y su obra. Sin duda, la Virgen Santísima invita a hacer “penitencia” y “oración” con el fin  que,  por medio de una seria vida espiritual,  cada hijo de la Iglesia crezca en virtud, en perfección y en santidad, lo cual toda madre que ama a sus hijos anhela sobre todas las cosas.

El éxito profesional, la realización personal, la salud individual son elementos muy importantes, pero son medios que no nos pueden hacer olvidar que habiendo sido creados por Dios, nuestro “corazón estará e inquieto mientras no descanse en Dios” (San Agustín de Hipona). ¡Ahí está nuestra felicidad!

Las madres son las que mejor comprenden aquella pregunta que un día hizo Nuestro Señor: “¿De qué le sirve al hombre ganar al mundo entero si pierde su alma?  (San Mateo XVI, 26). Los poderes del hombre nunca sobrepasarán la omnipotencia divina, por tanto,  el espíritu de sacrificio las madres lo pueden enseñar en primera persona porque nadie mejor que ellas saben lo que implica llevar en su vientre durante nueve meses a su hijo, al cual,  no sin dolor,  dan a luz para luego,  cobijarle entre sus brazos y corazón.

En la actualidad todo se quiere obtener de manera  “rápida y fácil”, extendiendo la gratuidad incluso al plano moral y espiritual,  con lo que se termina no valorando lo que ningún esfuerzo ha costado obtener, por eso se deprecia con ligereza aquello que gratuitamente se ha recibido.  

Aquí las madres tienen un papel insustituible en orden a incentivar con ternura el espíritu de sacrificio de sus hijos, lo cual les servirá para -en el futuro- sobreponerse a la crudeza y desafíos que implica la vida.

Por esto, la Virgen María les dijo a los niños de Fátima: “Haced penitencia”, aprendiendo a ofrecer a Dios todos padecimientos los cuales “completan los sufrimientos de Cristo en la cruz para bien de su cuerpo que es la Iglesia” (Colosenses I, 24-28)).  Los niños deben saber que las cosas que más valen en  la vida son aquellas que más ha costado obtener.

En todo plano en que estemos: Escolar, deportivo, amistoso, y afectivo,  terminamos descubriendo que: la nota más valiosa obtenida es la que más horas de estudio implicó, que el partido más recordado fue el que más esfuerzo nos exigió, que las amistades más valoradas son las probadas en medio de la dificultad, y que el amor más deseado fue el que más costó conquistar.

PADRE JAIME HERRERA 2018
2.     Fomentar la devoción a la Virgen María.

La devoción profesada a Nuestra Madre del Cielo va de la mano con el acto de fe dado a Jesucristo: Quien de verdad acepta a Cristo no puede depreciar ni ocultar el amor que Jesús prodigó hacia la Virgen Madre, por lo que la imitación de Cristo  pasa necesariamente por reconocer las grandezas de la Virgen y en recibirla en el corazón de nuestros hogares y comunidades, tal como aconteció en el Calvario: “Hijo ahí tienes a tu Madre…y desde aquella hora el discípulo la recibió en su hogar(San Juan XIX, 27).

Sin duda, tras aquel acto de piedad estaba como preanunciada toda la Iglesia en toda época, que –ahora- en Fátima pedía a los niños la devoción a su Corazón Inmaculado, la consagración de las naciones –especialmente de Rusia- y del mundo a la Virgen, y la comunión reparadora los primeros sábados de cada mes, todo lo cual podemos hacerlo por medio del engaste del Cielo como es el rezo del Santo Rosario. El Papa Juan Pablo II al ser consultado sobre los misterios de Fátima en 1980, respondió que no cediéramos a la tentación del sensacionalismo y curiosidad malsana, para lo cual tomando un rosario en sus manos señaló: “Aquí está el remedio contra este mal, ore, ore, no pida nada más”.

Hoy, cada madre presente recibe un santo rosario de regalo como testimonio del amor que tenemos a cada una de ellas por la delicadeza y entrega irrestricta de su amor, a todo evento, el cual nos ha permitido develar en sus enseñanzas y acciones el rostro del Buen Dios. Sin duda, quien mejor interpreta la voluntad de Dios para un hijo es “la madre que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor y mucho de ángel por la delicadeza de sus cuidados”. ¡Que Viva Cristo Rey!”.