lunes, 28 de mayo de 2018

“HACIA UNA VERDADERA CARIDAD TRINITARIA”


TEMA SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD MAYO 2018

1.     Festivamente culminamos el tiempo pascual.

Durante estas semanas, en momentos de haber iniciado el denominado tiempo litúrgico “ordinario”, tendremos la oportunidad de celebras varias festividades que unidas constituyen el engaste especial para culminar el tiempo pascual: Luego del Domingo de  Pentecostés, el jueves pasado fue Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote; hoy domingo es la Santísima Trinidad, luego el día de Corpus Cristo; el viernes ocho honraremos al Sagrado Corazón de Jesús, el sábado siguiente el Corazón Inmaculado de la Virgen.
En sólo dos semanas tendremos la gracia de poder tener como compactadas el mayor número de celebraciones que contiene el año Litúrgico. No debe extrañar entonces que el demonio busque por todos los medios destacar sus obras contra Dios y toda su creación, cuya cúspide es cada hombre creado –al sexto día-  “a su imagen y semejanza”. Cada persona, desde el sacramento del bautismo, está llamado a ser huella de Dios, y eco de sus palabras de bendición al mundo entero, por lo que cada vida humana es sagrada porque viene y va de las manos de Dios.

BENDICIÖN A LA MADRE PUERTO CLARO

2.     La dignidad de revestirse de Cristo.
Según esto, la dignidad de cada uno de nosotros tiene su primer fundamento en el hecho de ser pertenencia de Dios, cuyo amor gratuitamente nos es ofrecido en cada instante y entregado entrañablemente en cada Santa Misa, cuando recibimos el cuerpo y la sangre de Cristo.
En efecto, desde la recepción de Jesús Hostia nos “revestimos del Señor” para tener una vida nueva, donde lo que nos importe sea lo que a Dios importa, y lo que abandonemos sea lo que al Señor desagrada. No se trata de una simple indumentaria –como es la sotana del sacerdote, el hábito de la religiosa y el anillo de los esposos-, no se trata sólo de un signo religioso –como sería un crucifijo o una medalla-  es un modo de vivir nuevo que nace exigido por el hecho de estar en comunión con Cristo, según lo cual, somos corpóreos y consanguíneos suyos para revestir nuestras acciones con la misericordia que siempre puede más.

Entonces, el hecho de conocer más sobre la persona de Cristo, y el hecho de tenerlo presente en nuestra alma nos exige la vivencia de un modo  de vida “estilo creyente”,  insertos en medio de la realidades de este mundo pero no bajo su dominio. Nuestro Señor lo dijo claramente en la Última Cena: “No te pido que los saques del mundo, pero sí te pido que los preserves del mal”.
El Pontífice actual nos ha invitado a ser pastores “con olor a oveja”, lo cual es un modo contemporáneo de recordarnos  que como creyentes debemos amar al prójimo con “entrañas de misericordia”, es decir, tan impregnados de su amor que en todo y con todos vivamos nuestra identidad.

Catequesis de Comunión Puerto Claro Mayo 2018

3.     La certeza de la inhabitación trinitaria.
Esta vivencia eucarística es la que procuraron llevar los primeros cristianos, que proclamaban el credo con sus acciones, evitando la simulación que aparenta lo que no es; la fantasía que sueña lo que no posee; y la mentira que contradice lo que es. ¿Por qué vivían así los primeros creyentes? ¿! Miren cómo se aman!? Solían decir los no creyentes al verificar que los católicos de los primeros siglos vivían unidos como hermanos de verdad.
Eran capaces de compartir sus bienes, eran capaces de perdonar hasta setenta veces siete; eran capaces de anunciar el nombre de Cristo a los paganos; eran capaces de ser fieles a sus mujeres y vivir la virtud de la castidad; eran capaces de denunciar conductas morales aberrantes sin olvidar tender la mano y dar vuelta las páginas de las ofensas recibidas…de todo esto fueron caces no porque fuesen más inteligentes sino porque comprendieron que solos nada podían y que junto al Señor no hay imposibles.
Insertos –en el siglo primero- en una sociedad que permitía la esclavitud con todas las injusticias sociales que ello conlleva; que propiciaba la promiscuidad y la homosexualidad; que aplicaba algo morigerada la sed de venganza, no dejaron de escribir con sus vidas los primeros peldaños de la fe que hemos recibido y de la cual somos hoy sus primeros herederos responsables.
Sin duda la inhabitación trinitaria en sus almas fue la chispa vital que les permitió vivir el programa de fe propuesto por el Señor, asumiendo la misión no desde una oportunidad más entre otras, sino desde la convicción que emana de la certeza de haberle encontrado. “Es el Señor”, “hemos visto al Señor”, “es verdad ha resucitado”, “nosotros somos testigos”, son todas expresiones salidas de labios de quienes no pudieron callar lo que habían visto y oído.

El hecho de estar con Jesús “cara a cara” no admite indefiniciones ni parcialidades. O se es totalmente de Cristo o se opone totalmente a sus designios…simple “o de Cristo, o del mundo”.

4.     El fundamento de la Iglesia es la Santísima Trinidad.

Día Virgen de Fátima Puerto Claro Mayo 2018

Sin duda a quienes Dios Uno y Trino une consigo quiere unidos entre sí, por ello fundó el Señor su Iglesia cuando dijo: “Tu eres Pedro y sobre ti edificaré mi Iglesia, y el poder del mal no prevalecerá”.  
Si la certeza de estar con Cristo fue un imperativo para los primeros creyentes, el hecho de pertenecer a la Iglesia fue algo decisivo, tal como lo señala el mismo Apóstol San Pablo cuando comparó la unidad de cada miembro al cuerpo humano, o la unidad entre el hombre y la mujer por el santo matrimonio.  La aceptación de Cristo pasa por la vinculación con su Iglesia, que es la familia de los bautizados.
Cuando a un cuerpo se le separa un miembro hablamos de mutilación, pues bien, la intención de separar a Cristo de su cuerpo constituye una mutilación de la persona del Señor, lo cual tiene graves consecuencias para todo aquel que procurar vivir su fe en fidelidad y convicción.
Mas, el liberacionismo  actual tiende a separar a Cristo de su Iglesia, pretendiendo hacer vano el sacrificio de Cristo que en lo alto de la cruz muere por cada uno y por todos, toda vez que si afirmamos que toda gracia, odo don es dado como miembros vivos de su Iglesia, entonces lo que Él hizo y obtuvo por toda su pasión, muerte y resurrección tiene neciamente una dimensión eclesial.
Por cierto, en este día de la Santísima Trinidad asumimos la misión encomendada por Jesús de “ser uno como yo y tu padre somos uno”, según lo cual, el  profesar esta verdad implica acoger las obras de misericordia como han procurado hacerlo la Iglesia a lo largo de dos milenios.
Cómo entender el amplio abanico de congregaciones que no dejan de nacer por todo el mundo, y que han colocado su mirada en un aspecto concreto de la misericordia para hacerla obras que sean eco de nuestra fe. Así lo enseña el Apóstol Santiago en su carta: “Alguno dirá yo tengo fe y tú tienes obras. Muéstrame tu fe sin obras y yo te mostraré mi fe por mis obras”.

5.     La Santísima Trinidad vence siempre.

BAUTIZO PUERTO CLARO 27 MAYO 2018

En consecuencia, el reconocimiento a la Santísima Trinidad pasa por el hecho de  “ser Iglesia”, es decir, por asumir que si acaso decían los primeros cristianos: “Sin Cristo no podemos vivir”, hoy podemos añadir: ¡Sin su Iglesia tampoco!

Así,  en la plenitud de los tiempos, con tanto vacío al interior del hombre, Dios puso su morada en medio nuestro, entonces, tengamos la esperanza fundada en su presencia, que en estos tiempos de particular oscuridad en la cotidiana vivencia de la fe, no faltarán almas generosas que reviertan la avalancha de malas noticias con el solo anuncio de la única Buena Nueva capaz  de despejar toda oscuridad como es la verdad que Dios es Uno y trino, que desde nuestro bautismo no ha dudado en hacerse presente en nuestro corazón.

Esta sola verdad es capaz de vencer tanta maldad, tanto ocultamiento, tanta desidia, Dios Trino siempre puede más. ¡Él es más fuerte que el poder del pecado, por abominable que nos resulte! ¡Dios permanece para siempre, el pecado en todas sus formas un día desaparecerá para siempre!
Así, por oscura, fría, y solitaria que sea la noche del pecado nunca podrá  evitar un nuevo amanecer…la aurora de la salvación de la cual Nuestra Madre Santísima es su Estrella Matutina!  ¡Que Viva Cristo Rey!

MISA EN VALPARAÍSO MAYO DEL 2018







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