sábado, 1 de junio de 2019


TEMA   : “ARTURO PRAT UN EJEMPLO DE VIDA Y EDUCACIÓN”.
FECHA :  RESPONSO POR CAPITÁN ARTURO PRAT /  MAYO DEL 2019
1.      “La gloria de mi Padre está en que deis muchos frutos, y seáis mis discípulos”.
No puede ser de otra manera más que procurar retribuir con amor cristiano a quien en estos días hemos recordado por su acrecentado espíritu de sacrificio en bien de los demás, erigiéndose como ícono de un adulto en la fe: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los suyos”.
Sin duda, la figura del Capitán Arturo Prat Chacón está inscrita en el corazón de nuestra Patria y permanece vigente en  los relatos más serios de los que se ha vivido en “este mar que tranquilo nos baña” como reza parte de  nuestro himno nacional.
El Colegio Guardiamarina Riquelme fundado hace años ha contado en su lema institucional con tres elementos tan propios de la marina de guerra de nuestra Patria: “Dios, Patria y Familia”, lo cual constituye un verdadero programa de vida y por qué no decirlo de una carta de navegación educativa,  tan necesaria para los tiempos que vivimos.
En efecto, la jerarquización de prioridades es una realidad qne nos acompañará toda nuestra vida,  donde a medida que vamos madurando descubrimos la necesidad de distinguir más adecuadamente entre lo necesario de lo superfluo, lo urgente de lo principal, lo que permanece de lo que es transitorio, y lo que nos gusta de lo que realmente necesitamos.
Ciertamente,  esto nace desde una mirada integral de la grandeza que cada uno tiene desde el instante mismo que Dios nos ha creado y conferido un alma única, inmortal e irrepetible, llamado a un camino propio que cada uno ha de recorrer del cual daremos cuenta al fin de nuestra carrera,  de cada uno de los pasos e intenciones que hemos tenido.
Entendemos por tanto que la vida no puede ser un despliegue de improvisaciones, sino que el camino a seguir ha de estar iluminado por lo que  creemos y por las convicciones que muevan nuestra alma. Así, una vida ordenada que coloque a Dios en la cima de las prioridades nos permitirá enfrentar cada acontecimiento, por inesperado que sea, desde la seguridad de estar cumpliendo un programa de vida donde la voluntad de Dios sea lo más importante y lo que termine identificándonos en relación a quienes están a nuestro lado cotidianamente.

PATRONA DE VALPARAÍSO


Por tanto: “Amigos del mundo,  enemigo de Dios” (Santiago IV, 4). Los criterios con que los mundanos miran la realidad no puede ser compatible con la mirada que tiene el que cree en Dios, por eso la identificación como alumno de este Colegio no ha de ser sólo porque las personas vean un uniforme determinado, o que tenga una carga académica característica,  sino porque los que vean que actúan en todo lugar como quien tiene a si Dios como prioridad.
Sin duda, el ejemplo dado por un conjunto de hombres en la rada de Iquique hace 140 años, constituye una lección para dar a Dios el honor que le corresponde por ser quien es Él. Por esto entre las pertenencias que el Almirante Grau devuelve a la viuda de Prat estaban el escapulario de la Virgen del Carmen y la Medalla de la Milagrosa evocadora de la aparición de la Virgen en Paris en 1830 a Santa Catalina Labouré prometiendo que “todas las personas que la lleven sentirán la protección de la Virgen”.
Estamos seguros que el acto de suprema entrega de nuestros héroes no respondió a un sentimiento pasajero sino que fue la respuesta a la consecuencia de una vida que estuvo jalonada por la piedad, por la devoción, por una vida consecuentemente religiosa que sólo podía manifestar el amor de benevolencia a imagen de lo que Cristo hizo por cada uno de nosotros. El hecho de no solo claudicar en el cumplimiento del deber sino de llevarlo a su mayor expresión sólo puede tener explicación por el amor dado a Dios en su origen como a tenerlo  como objeto primario de todo afecto y acción como su fin. El mundo de la educación sólo puede verse fortalecido si la piedad ocupa un espacio prioritario, de lo cual nuestro héroe Arturo Prat Chacón lo aprendió y enseñó en primera persona.
2.      “Si permanecéis en mí, y mis palabras  permanecen en vosotros,  pedid lo que queráis y lo obtendréis” (San Juan XV, 7).
La bondad de Dios nos ha dado los mandamientos para poder cumplir más fielmente su voluntad, teniendo presente que entre los primeros preceptos está el de honrar al padre y la madre, del cual como leemos en el Catecismo de la Iglesia (n2339)  deviene el deber de honrar a nuestra Patria que es no sólo la tierra sino –también-  vida integral que sobre ella se ha desarrollado. Por esto, quien ama a Dios no olvidara de amar a la Patria, y quien sirve a Dios no dejará de servir a su Patria, pues como ícono de nuestros padres vemos en Ella a ellos: “El amor y servicio de la Patria forman parte del deber de gratitud y del orden de la caridad”.
Por esto,  todo ámbito educativo, que verdaderamente quiera formar a las nuevas generaciones debe incluir cotidianamente el amor a la Patria como un signo distintivo e impostergable, pues sólo se puede crecer en la medida que se es capaz de amar y servir a quienes estar a nuestro lado.
3.      “Yo soy la Vid Verdadera y mi Padre es el viñador” (San Juan XV, 1).
Finalmente, nos detenemos en el tercer aspecto de vuestro lema institucional. El papel fundamental de la familia en el mundo de la educación. Nunca parecerá ser suficiente destacar que los primeros educadores de los hijos son los padres, que el vivero de cada ciudad donde hidrata su viuda misma es la vivencia del espíritu familiar que hoy parece tan necesario destacar, visto el ejemplo del Gran Capital Arturo Prat Chacón, quien a lo largo de toda su vida dedicó sus mejores acciones y más bellas palabras para honrar la vida al interior de su hogar.
¡Cuánta delicadeza y respeto al momento de denominar a su esposa! ¡Cuánta ternura al referirse a sus descendientes! En cada una de las cartas que escribió, dejaba ver la importancia que le daba a la familia, lo cual no puede sino hacernos recordar por que el Sucesor de Pedro, el Papa Juan Pablo II cuando visito nuestra ciudad de Valparaíso el 2 de Abril de 1987 dijo que:  “El futuro del mundo se fragua en la familia”.
 El mayor legado de Arturo Prat sin duda anida en fortalecer el alma, constituyendo un ejemplo actual de vida creyente en las realidades temporales, en descubrir el valor del trabajo bien hecho y llevado hasta el extremo por medio del sacrificio asumido en toda su realidad.
Es probable que las mañosas maniobras de reescribir la historia que suele imperar en la actualidad puedan producir cierto ruido pero, estamos ciertos de que  nunca serán capaces de silenciar la elocuencia del acto sublime de quien colocando ordenadamente las prioridades en su vida, supo estar a la atura de las exigencias que su Dios, su Patria y su familia imploraban,  para cambiar lo que para unos sería la mayor derrota en el germen de la más importante de las victorias, realidad que asumió desde pequeño y  que podemos hoy sintetizar en un par de palabras: “Cielo perdido, todo perdido; Cielo ganado, todo ganado”.
Oremos por el descanso eterno de Arturo Prat y de quienes siguieron su ejemplo en aquel 21 de Mayo de hace 140 años. Que sus almas descansen en paz. 
¡Que Viva Cristo Rey!

IGLESIA CERRO TORO 2019





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