martes, 20 de agosto de 2019


TEMA :  ¡VEN BENDITO DE MI PADRE!
FECHA : HOMILÍA MISA EXEQUIAL JOSE CORTINA 17/08/ 2019
Queridos hermanos: Estimada Elisina, hemos sido testigos que el señor no se deja vencer en bondad. Lo hemos visto porque nuestro hermano ha sido llamado por Dios en el día que honrábamos la Asunción de la Virgen en Cuerpo y alma a los cielos.
Como lo hicieron nuestros antepasados creyentes, su familia ha querido velarlo en la intimidad del hogar, acogiendo la enseñanza de Jesús de incluir al interior del despliegue del misterio de la vida humana, en cada una de sus etapas, el hecho de que un día vamos a morir. Y por ello, si vuestro hogar acogió momentos de tanta alegría durante décadas, ¿Cómo no hacerlo en estas circunstancias tan especiales para la vida de cada familia y de cada creyente?
Cuando visitaba a José estando ya enfermo, y su salud lo permitía, atendía en una sala donde estaban los títulos de cada uno de sus hijos. Era su “pequeño reino”, a nivel familiar que llevaba a tener como a la mano a quienes eran parte de su tesoro más preciado tal como lo son sus hijos y familias que le acompañan, particularmente yernos, nueras y nietos.


SACERDOTE JAIME HERRERA GONZÁLEZ CHILE


Al decir “parte” de su tesoro no estoy relativizando su afecto por ellos sino que lo circunscribo en su perspectiva de creyente que daba prioridad a su condición católica, y ¡cómo no! Si nutrió su vida espiritual como devoto fiel de la “Santina” de la Covadonga que abrigaba en su alma desde niño y cuya imagen acompaña su féretro.
Nacido en la isla de Cuba, fue tempranamente bautizado en la Iglesia del Santo Cristo del Buen Viaje. Allí parte una realidad que indeleblemente signará el alma de nuestro hermano hasta el último día: Buscó seguir el itinerario de la fe en ambientes tan diversos como desafiantes: siete años en la isla habanera, catorce en la madre patria, y luego el resto de los días en el confín del mundo, donde pudo contemplar –como dice la Escritura- la “misericordia de Dios”.
En la travesía de la fe debió surcar mares que en ocasiones irrumpieron con fuerza más, en todo momento su corazón procuró estar centrado en lo único y necesario buscando hacer realidad el consabido axioma tomista: “el bien es esencialmente difusivo”, por lo que es bueno que lo bueno se conozca.
Así estuvo como caminante de la fe en la búsqueda de Dios propia de nuestra humana naturaleza tal como nos lo recuerda San Agustín de Hipona: “Nos hiciste para ´Tí Señor, e inquieto está nuestro corazón mientras no descanse en Ti”. Hermanos somos “Dei Capax”, un ser con capacidad de Dios, de amar a Dios y de ser amados por  Dios, por ello es buen síntoma un alma que inquieta busca a Dios como algo prioritario y así lo testimonia hacia cada uno de sus descendientes.

 CERRO TORO EN VALPARAISO CHILE 

Contrajo matrimonio con Elisina en la Iglesia del Corazón de María aplicando el antiguo refrán: “Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, tuvieron desde el inicio la ayuda de la Virgen, en cuyo templo celebramos esta Misa Con ello testimonian lo que para muchos parece una simple ilusión  y fantasía: ¡Si se puede vivir para toda la vida!, y cuando Dios lo pide es porque para Él no hay imposibles…Tampoco, para aquel que confía en la Divina Providencia que encamina la vida familiar, por eso durante catorce años, hasta que la salud se lo impidió nuestro hermano participó día a día en la Santa Misa ubicándose en el mismo lugar que hoy se encuentra su esposa, testimoniando con esto por dónde hay que ir por la vida.
A cada uno de sus catorce nietos, su abuelo “Pepe” –como cariñosamente le decían- donde la mitad de ellos  lo conoció ya con su salud quebrantada, les entregó la misión de dar relevancia a la vida familiar, de estrechar los vínculos por los que nuestro hermano difunto se esmeró toda su vida en fortalecer, asumiendo que se vive una vez y que es en esta vida donde se juega nuestra eternidad.
Por esto, el espacio que Jesucristo anhela tener al interior del hogar no es el de una ocasional visita ni el de un festivo encuentro pasajero…Cristo viene para quedarse, para “tomar morada en medio nuestro”, para hacernos partícipe de su vida misma, que de modo real y sustancial se encuentra en la Santa Eucaristía.
Cuánta sabiduría encierran las palabras de nuestro gran Santo de la Caridad como es Alberto Hurtado Cruchaga,  en cuya novena estamos insertos: “La vida fue dada para buscar a Dios”.

DIÓCESIS VALPARAISO CHILE PADRE HERRERA

Luego, añade: “La muerte es dada para encontrar a Dios”. Una misma realidad para alguno puede ser un muro infranqueable que conduce a la desesperación, y para otros es ocasión de esperanza y gozo al llegar a destino luego de un largo caminar. Nunca podremos saber -en este mundo- lo que encierra la promesa por Jesús a cada creyente: “Quien a mí se une con fe viva, no muere para siempre”.
Múltiples razones tenemos para que reine la esperanza en esta hora: ¿Cómo no recordar las palabras de Jesús? “Ven bendito de mi Padre al lugar preparado para ti desde toda la eternidad”, lo cual escucho Pepe en el día en que Jesús  no dilató el deseo de tener a su Madre en el Cielo y de alzarla como Medianera universal de toda gracia. Aquí está  la mano de Dios no de la casualidad.
Cuando todos celebramos la presencia en cuerpo y alma de la Virgen en el Cielo, y meditamos en cada una de las postrimerías, luego de transitar por el camino de la enfermedad al que Jesús asocia desde el 2005 para “completar los padecimientos que tuvo en la Cruz para bien de su cuerpo que es la Iglesia”. Tantas veces vemos el rechazo al sufrimiento en la cultura hedonista en que estamos, como se desprecia hasta el concepto mismo de la mortificación, todo se desea fácil e instantáneo, rapidito y expedito. En el caso de Pepe supo cuidar el regalo precioso que Dios le concedió  como fue su particular sentido de humor que constaté hasta el último día en que le impartí la extremaunción,
En primera persona nuestro hermano experimentó la sabiduría de Teresa de Ávila que le preguntó un día  a Jesús por qué ella pasaba por tantos sufrimientos, a lo cual respondió  el Señor: “Porque así trato a mis amigos” a lo cual la Santa Teresa respondió: “Por eso tienes tan pocos”…Pepe fue uno de ellos.
San Alberto Hurtado nos dice que “la eternidad fue dada para poseer a Dios”. Nunca acabaremos de imaginar la grande e inconmensurable   que implica el don de alcanzar la Bienaventuranza eterna, incluso el locuaz apóstol San Pablo indica que “lo que ni ojo vio, ni oído escuchó, mi mente,  siquiera imagina es lo que Dios tiene preparado para quienes procuran ser fieles”. Por esto, todo gozo actual tiene fecha de vencimiento y considerados unidos los que podamos llegar a tener son incomparables ante la menor de las alegrías que con Dios tendremos por que las que Él nos da son para siempre. 
A nuestra Madre del Cielo, en cuyo día de la Asunción nuestro hermano fue llamado y en cuyo templo erigido a la Virgen del Carmen celebramos nuestra Santa Misa imploramos que su manto protector le vista al presentarse ante Dios.

GRUPO REZO SANTO ROSARIO PUERTO CLARO


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