TEMA : “INFLUENCER DE LA
SANTIDAD POR MEDIO DE LA MISA”.
FECHA: HOMILÍA PRIMERA COMUNIÓN / COLEGIO MACKAY / 2020
Aunque distinto, hoy somos participes de una celebración que
tradicionalmente se ha hecho en nuestro colegio, desde ya hace largos tiempo.
Un grupo de alumnos de cuarto año básico por Primera vez recibirá a Jesús
Sacramentado, cumpliendo la invitación del Señor: “Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, pues de los que
son como ellos es el reino de los cielos”.
Bendición a los 44 alumnos de la primera comunión
Estas palabras dichas por el Señor encierran un doble sentido: Él toma la iniciativa de llamar y convocar,
por lo que es una gracia inmerecida, que no se funda en capacidades, logros, ni
destrezas, sino que es por un amor de predilección que venido de Dios, encierra
perfección y gratuidad plena. Para esta invitación no hay otra justificación más
que el amor de Dios, lo que la reviste de un imperativo a la hora de responder.
Sin duda, aquella inquietud en el corazón en orden a “buscar a Dios” sumada a aquella “capacidad de Dios” que encierra nuestra
humana naturaleza creada, nos lleva a tener esa llamada “venid a Mi” como una maravillosa aventura con un fin exacto, cual es, estar con Jesucristo. Si alguna persona nos invita
a una parte sin decirnos hacia dónde ni a qué ir, podemos humanamente desconfiar porque no tenemos
certeza, según esto, una aventura que no tiene un sentido preciso se reviste de
incertidumbre provocando desconfianza y temor a lo desconocido, en cambio, una
aventura que tiene rostro, que tiene finalidad, que tiene seguridad, es digna
de ser tomada en cuenta y, en este caso – siendo Jesús quien nos llama- vale la pena hacer cualquier esfuerzo por
participar en ella.
Misa The Mackay School Primera Comunión 2020 |
El acto de creer es la aventura más fascinante que podemos emprender en nuestra vida, porque a ella nos ha invitado Jesucristo, tal como aconteció germinalmente el día del bautismo donde pasamos a ser verdaderos hijos de Dios y de su Iglesia Católica, como sucede en este día en el cual, por primera vez reciben no solo muchas bendiciones sino que además, al Autor de toda gracia como es Cristo. Es El quien dice: “¡Venid a Mi todos los que estáis cansados y agobiados, yo os aliviaré!”.
Luego de pasar por largos meses de cuarentenas e innumerables
desafíos donde el agotamiento, el aburrimiento, y la incertidumbre han ido en
aumento, ahora viene Cristo a dar ánimo a cada uno y a fortalecer la voluntad
en vistas a lograr una vida santa, por el camino del vencimiento personal, apoyados en la ayuda de Dios que siempre es necesaria, oportuna y
sobreabundante. Recuerden el lema de vuestra insignia: “Vincit qui se vincit” (vence
el que se vence).
La aventura por buscar ser santos, a diferencia de muchas otras
actividades, se extiende por toda nuestra vida: nada y ningún momento puede
quedar al margen de esta realidad, pues no hay “recreo” para nuestra condición como hijos de Dios.
Sacerdote Jaime Herrera González Chile 2020 |
A este respecto, en el lema de nuestro Colegio subyace aquella expresión de San Agustín de Hipona:
“Quien te creó sin ti, no te salvará sin
ti”, con lo cual, asumimos que nuestro Señor quiere que seamos santos y perfectos con todo
nuestro empeño procurando actuar como si todo dependiera de nosotros sabiendo
que todo viene de Dios.
Entonces recordamos una antigua plegaria anónima que nos
permitimos complementar: “Cristo no tiene
cuerpo sino el tuyo, no tiene manos ni pies en el mundo, sino los tuyos. Tuyos
son los ojos con los que Jesús mira hoy el mundo; tuyos son los pies con los
que avanza para llegar al que está desamparado y enfermo; tuyo es su rostro por
medio del cual esboza una sonrisa al que permanece triste; tuyos son sus oídos
con los cuales quiere escuchar tantas súplicas para ir con premura a auxiliar
al que lo necesita; tuyas son sus manos con las cuales quiere bendecir y realizar
el trabajo bien hecho”.
Alumnos del colegio Mackay en su primera comunión
Sería iluso obviar las circunstancias que han marcado el caminar
de vuestra preparación a la Primera Comunión olvidando destacar que lo hicieron
en medio de la mayor pandemia de nuestro tiempo. Vuestra perseverancia a la
catequesis impartida por vuestra profesora, y la de vuestros padres en
modalidad on line de Catequesis Familiar
es meritoria. Ese amor de predilección exhorta a reconocerse como depositarios
de un don inmenso del que muchas comunidades parroquiales y educativas se han
visto restados por diversas razones. Más, aquí hoy tenemos la respuesta a la
llamada que Jesús hizo en vistas a estar con El de manera presencial. Recuerden
que toda gracia implica una misión, toda vez que a tales gracias tales responsabilidades,
puesto que como dice el santo Evangelio:
“A quien mucho se le ha dado, mucho se le exigirá” (San Lucas XII, 14).
The Mackay School Reñaca |
Como creyentes nos sobrecoge el hecho del misterio de la fe que
celebramos: Jesús al partir de este mundo quiso quedarse no de manera
simbólica, figurada o virtual, sino que en la Última Cena, al momento de
recordar el episodio de la salida de la esclavitud del pueblo de Dios, tomó un
poco de pan y vino y dijo: “Esto es mi
cuerpo” y luego “Esta es mi sangre”,
dando un mandato: “¡Hagan esto en mi
memoria!” (1 Corintios XI, 24).
Hace unos días el sol pareció desaparecer por unos minutos
inundando de oscuridad el mediodía. Para muchos en la antigüedad era la muerte
de sol. En este tiempo de pandemia, como entonces no han faltado los que a
causa de la incredulidad han visto extinguir la vida cristiana en el mundo,
otros han preferido vivir el minuto de eclipse como una nueva normalidad, mas
sabemos que, antes el sol puede desaparecer
que la vida de Cristo lo haga de la faz de este mundo: “Cielos y tierra pasarán pero mi palabra permanecerá” (San Mateo XXIV, 35). Cristo permanece fiel con
nosotros hasta el fin de mundo: En su promesa se funda nuestra seguridad, y en
su fidelidad descansa la nuestra: “Yo
estaré junto a vosotros todos los días
hasta el fin del mundo” (San
Mateo XXVIII, 20).
Capellán Jaime Herrera Chile |
La luna es cuatrocientas veces más pequeña que el sol, a pesar de ello, el día del eclipse por cuatro minutos se antepuso a su luz y
vimos oscurecer algunas regiones, y mermar el calor imperante en igual tiempo.
¿Dejó el sol de irradiar la luz? La respuesta es evidente, y ello nos sirve
para asumir la tarea que Cristo hoy encomienda a cada uno de estos niños y sus
familias en orden a dar a conocer el amor de Jesús Sacramentado a todos los que
están a nuestro alrededor, particularmente: los amigos, parientes y cuántos
estudian en este lugar.
Queridos niños: Ustedes desde este día son custodios de la
confianza depositada por Jesucristo que viene ahora por primera vez a cada uno.
Nada existe que sea más noble, bello, y duradero que estar con Jesús en la Santa
Misa, y comulgar con un corazón limpio. “La evangelización de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la
dictadura del relativismo amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la
naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien último. La sociedad actual
necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de
libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por
el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca guía y protección en su
debilidad y fragilidad. No tengáis miedo –dont be afraid- de ofrecer este
servicio a vuestros hermanos y hermanas, y al futuro de vuestra nación” (Papa Benedicto XVI,
Homilía en Bellahouston Park en Glasgow 16 de septiembre del 2010).
Cuando el Santo Padre dirigió estas palabras en Escocia hace ya
una década no olvidaba que toda la gran isla de Inglaterra fue tenida en el
pasado como la Isla de los Santos, por la fecundidad en el número de beatos y
santos que la Iglesia ha elevado a los altares. Este año no ha sido la
excepción, pues, los dos más jóvenes
beatos reconocidos en este tiempo de pandemia tuvieron una estrecha vinculación
con el mundo anglosajón. Ambos vivieron a plenitud su identidad católica, ambos
buscaron por el camino del vencimiento personal el camino de santidad al que
fueron llamados, ambos ofrecieron su vida por amor a Dios y los más
necesitados, particularmente a los hambrientos del Pan Eucarístico.
Santa Misa Primera Comunión |
El primero de ellos de nombre Carlo Acutis, nació en Londres: A
los doce años iba a la Santa Misa diariamente, tenía un gran número de amigos y
se destacaba por su amor al deporte. Bueno, también no puedo ocultarles que era
un entusiasta jugador de los videojuegos, como muchos de ustedes lo son…
Mas, a esa edad ya colaboraba para que sus amigos acudiesen y
comprendieran mejor la Misa para lo cual, destinó de su tiempo personal para preparar
una exposición sobre los milagros eucarísticos con el fin de hacer que el bien
del que fue participe en su Primera Comunión lo pusiesen recibir sus amigos. Sin duda, fue un influencer eucarístico, donde más que centrarse en cuántos
seguidores tenía su cuenta, le importaba que sus amigos tomasen en cuenta a
Jesús.
Queridos niños: Recuerden
que la verdadera amistad siempre busca el bien, siempre tiende a la virtud, y
siempre se verifica por medio del sacrificio: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos”. Esto repite Jesús hoy a cada familia, y a cada
niño que se acercará en unos momentos a recibir a Jesús Sacramentado. A unas
cuadras, desde la extensa playa de
Reñaca cada atardecer parece decirnos que en el horizonte se unen el cielo y la
tierra, mas ello, realmente acontece
sobre cada altar donde Jesús viene a nosotros, y maravillosamente acontece que
el cielo toma la tierra en el corazón de cada niño que hoy recibe a Jesús, el
Amigo que nunca falla, por primera vez. Que la Virgen María, que estos días de
Adviento con regocijo espera con nosotros el nacimiento de su hijo en Belén,
les obtenga la gracia de ser fieles a Jesús Sacramentado en cada jornada que
Dios les regale de vida.
¡Que Viva Cristo Rey!
Capilla del colegio Mackay |
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