martes, 9 de marzo de 2021

 

TEMA  : “CREER EN El DIOS DE TODO”.

FECHA: SERMÓN TERCER DOMINGO DE CUARESMA MARZO 2021

Una frase que enseña el Apóstol encierra la esencia del mensaje del Evangelio esta Semana. “¿No sabéis que sois templos de Dios? Hay una estrecha y constante vinculación que hace la Biblia entre el cuerpo, la vida, la familia, la sociedad, con la realidad de templo como “casa de Dios”, un lugar que es propio y totalmente sagrado, porque en su interior vive Dios.

Desde pequeños fuimos educados en torno a respeto de Dios, por lo que el solo hecho de transitar por su frontis o ingresar a su interior invita a dar un saludo que emerge necesariamente de una convicción, de un acto de fe en la Santísima Trinidad. Por eso, hacemos a señal de la cruz y doblamos la rodilla: Estamos en presencia del Señor, por lo que,  no olvidamos lo proclamado por el salmista: ¿Qué nación tiene a su Dios tan cerca?

Padre Jaime Herrera  Saint Peter’s  2021


Tal como acontece respecto del debido trato hacia nuestro padre, al que porque se le honra se le respeta, y porque se le respeta  se le obedece, ha de hacerse con el Buen Dios. La  razón para obedecer los mandamientos de Dios no nace del poder pleno del Señor, sino de una confianza amorosa de quien se reconoce deudor de un amor que nos dio de la nada la existencia y que en todo momento vela por cada uno de nosotros. Decir “estar en las manos de Dios” es una figura muy elocuente de una fe en la Providencia de Dios, o que figuradamente parece realizarse al  contemplar la imagen de un recién nacido en los brazos de su madre.

Sin duda, cumplir los mandamientos no se debe –exclusivamente- a una situación de poder, como suele presentarse en el mundo de hoy. No sólo obedecemos porque está mandado sino que primero lo hacemos  porque es amable el Señor nuestro Dios que nos lo pide, porque nos debemos y “explicamos” desde su persona divina, toda vez que sólo el misterio de Dios descifra los más recónditos misterios de la vida del hombre.

Cuando Dios no ocupa un lugar principal y basilar en la vida del hombre y de la sociedad perdemos el centro, y todo parece desafinar, distorsionarse y diluirse, comenzando una espiral de desintegración que necesariamente conduce a un individualismo nutrido de un depredador egoísmo que tiende al enfrentamiento, a la violencia, en lo que tantas veces los Sumos Pontífices del pasado denominaron una cultura de la muerte, que no es otra cosa que la babelización de la vida social.

SACERDOTE JAIME HERRERA CHILE 2021

El Catecismo de la Iglesia nos enseña que los preceptos de Dios contenidos en el Decálogo no son sólo una opción de los creyentes, sino que responden a una realidad que está presente en la naturaleza del hombre mismo, por lo que su cumplimiento incide en la perfección de cada uno en la búsqueda por la santidad, como también, afecta su incumplimiento en la vida personal y social,  de manera real y significativa. Estamos ciertos que en la actualidad  la mayoría de las personas piensan que “no pasa nada” si no cumplen los mandamientos de Dios, descritos en la primera lectura de este día. Muchos dirán: Veo el Tarot, practico Reiki, tengo figuras de divinidades budistas y sigo viviendo; falto por negligencia, flojera u olvido a Santa Misa por semanas y meses y no me pasa  nada; cuento chistes sobre Dios, veo películas contra Dios con mente abierta, leo sobre cualquier cosa contra Dios y su Iglesia, y no me pasa nada.

Eso es lo que debe haber pensado el actual campeón mundial de ajedrez de los últimos ocho años. De origen danés se burló de su adversario por el hecho que rezaba antes de sentarse a jugar. “El Señor abandonó hoy Wesley So. Aparentemente no rezó con suficiente fervor. ¿Cuándo ha demostrado alguien que se pueda conseguir algo rezando?” Con el tiempo el joven creyente nacido en Filipinas se transformó en el verdugo de nórdico ajedrecista afirmando que: “Creo que todos los dones y regalos vienen de Dios. Si presumiese de algo, tendría que presumir de lo que el Señor  me ha dado”

Wesley So (USA) Campeón actual ajedrez 2021

Con Dios se vive mejor. Esto lo sabemos y podemos dar testimonio de lo que ha sido nuestra vida personal, donde la fe nos ha permitido colocarnos de pie una y otra vez, donde la misericordia de Dios ha sido capaz de “resucitar muertos” en cada confesión, donde la Providencia Divina ha guiado nuestros pasos evitando tantos peligros para nuestro cuerpo y nuestra alma, con lo cual,  hemos tenido una nueva oportunidad para enmendar el rumbo de nuestra vida, pudiendo llegar a decir, a la luz de la fe, que una vida sin Dios no es vida. verdadera.  

Habitualmente hay personas que juzgan a nuestra Iglesia y a Dios por los males de mundo,  como si ambos fuesen culpables de la existencia de las guerras, enfermedades y odiosidades. Olvidan que los mandamientos, como tales,  no son un simple consejo ni un camino más entre muchos, pues,  de su fiel  cumplimiento surge una vida santa, una vida en paz, una vida plena, en tanto,  es a causa de su olvido,  que persisten tantos males en  la vida presente.

Hace unas décadas, durante la vida en el Seminario Pontificio de lo Vásquez, recuerdo haber comprado una lámpara china que tenía un papel que establecía en sus instrucciones de uso un voltaje para la ampolleta de sólo 25 watts lo que estimé era muy disminuido, por lo que atornillé una ampolleta de tres veces superior a esa capacidad, lo que hizo salir primero olor quemado de la pintura de la lámpara, luego se comenzaron a quemar los cables de conducción hasta que la ampolleta reventó a causa del calor. Si hubiese atendido las normas recibidas hubiera entendido que la lámpara no era el problema…de modo semejante no es Dios el problema de los males presentes sino la terquedad del hombre y la sociedad la que hace sobrevenir tantos males en el mundo de hoy.

Parroquia Puerto Claro Marzo 2021

En nuestra Patria solemos recordar un antiguo refrán que surge cuando nos dan una ley, una norma, o un mandamiento: “Hecha a ley hecha la pillería”, con lo cual se justifica la viveza o chispeza de quién no cumple lo que se le manda. Si esto lo aplicamos a Dios, descubrimos que estamos habituados a torcer su voluntad a fuerza de imponer nuestros gustos y opciones, donde el camino propio frecuentemente se antepone y se opone a los designios del Señor. Dejemos de culpar a Dios de nuestras debilidades y maldades.

En medio de la predicación de nuestro Señor, Él reservó un particular reconocimiento  público a su madre: “¿Quién es mi madre? …sino la que cumple en todos los mandamientos de mi Padre que está en los cielos”. Tal grandeza descrita por su hijo y Dios, es el mejor testimonio para que imploremos a la Virgen Madre a la hora de pedir ser fieles a la voluntad de Dios al momento de cumplir aquello  que nos pide. Amén.

¡Que Viva Cristo Rey!

Iglesia de Valparaíso Puerto Caro Chile 2021 


 

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