martes, 18 de julio de 2023

 

TEMA  :   “NUESTRO TRABAJO AL SERVICIO DE LA VERDAD”

FECHA: HOMILIA MISA  105 ANIVERSARIO  SAINT PETERS 2023

Queridos alumnos nos reunimos para celebrar esta Santa Misa en la cual, daremos gracias a Dios por el Aniversario Centésimo Quinto de la fundación de nuestro Colegio, lo que encierra una gracia del Señor quien ha cuidado de nuestro establecimiento con su Divina  Providencia en estos largos años. Como todo regalo recibido implica una misión, una tarea que nos encomienda a cada uno: directivos, funcionarios, auxiliares, padres y alumnos.

Leemos en el primer capítulo de la Biblia, esta hermosa y extensa carta que Dios nos ha escrito, que al inicio creó Dios el cielo y la tierra, y al hombre y la mujer a su imagen y semejanza, confiriéndoles a ambos la misión de “poblad la tierra” y “dominadla”, lo que más tarde hará el hombre con su trabajo cotidiano.

La Biblia se limita a enunciar que esa labor que hace el hombre se realiza con esfuerzo, por lo que implica espíritu de sacrificio, fortaleza y perseverancia. La expresión “con el sudor de tu frente” nos recuerda en el plano del deporte, que un jugador que no transpira es alguien que no ha corrido suficiente, en cambio, quien –por ejemplo- está un partido de paddle o de rugby o de futbol o de hockey si acaso de esfuerza bajando a defender y subiendo a atacar, evidenciara su dedicación por medio del sudor como dice la Sagrada Escritura respecto al trabajo humano luego del pecado original.

Tan pronto como conocemos el designio dado a Adán y Eva, nos encontramos con el drama descrito de la relación de sus descendientes Caín y Abel. El primero, negligente, abúlico, mezquino, al presentar sus oraciones y ofrendas a Dios llevaba lo que encontraba caído en el suelo. Aquellas frutas maduras y algo podridas las colocaba en un cesto con tributo a Dios.

Los restos, lo sobrante de su tiempo, lo que ni los animales habían buscado era parte del trabajo de Caín. ¡Cero esfuerzo y dedicación! Esto lo hizo olvidar a Dios como prioridad y le condujo a la envidia de compararse con lo que hacía su hermano Abel.

 

 

 

En efecto, Abel daba lo mejor y primero para Dios. Para esto, con entusiasmo y perseverancia subía a los árboles, recorría los campos por largas horas, preparaba el terreno para producir los buenos frutos, buscando como honrar a Dios con las primicias recolectadas. Siempre confiaba en Dios, como en su hermano por lo que no vio venir de él la agresión mortal de la que fue objeto.

¡Qué distinto el trabajo de dos hermanos! Ambos tuvieron igual formación, provenían de Adán y Eva, fueron formados en el santo respeto al Dios que en el paraíso terrenal postergaron por una simple manzana, vivían bajo un mismo techo. Tantas similitudes en el origen y tantas diferencias en forma posterior ¿Qué ocasionó lo segundo?

“El trabajo lleva una marca especial del hombre” (Cardenal Stefan Wyszinsky), por ello, esa labor nunca puede separarse de quien lo ejecuta. El trabajo es fruto del hombre…no el hombre fruto del trabajo, por tanto es un medio de perfección precioso que Dios ha dispuesto para nosotros por el cual, podemos crecer en virtudes y en gracia a los ojos de Dios.

+ Se trata de algo importante: El trabajo ocupa habitualmente un tiempo amplio de lo que es nuestra jornada diaria. Desde que salimos y cuando regresamos a trabajar pasan largas horas en las cuales se juega algo decisivo para lo que debemos prepararnos. A lo que nos dedicaremos en nuestra vida no admite improvisación.

+ El buen trabajador se prepara: La vida en el Colegio nos ofrece la oportunidad de poder conocer y participar de las mejores herramientas para formarnos  adecuadamente en los diversos aspectos de nuestra vida: en el ámbito intelectual, deportivo, afectivo, espiritual, recordando siempre que es la educación del alma el alma de toda educación.

Como las piezas de un reloj se complementan y dan un perfecto andar, así daremos a la etapa del Colegio la importancia para que en nuestra vida todo funcione con la precisión querida por Dios.

Tiene tanto sentido pasarlo muy bien en el recreo como estar atento a cada una de las clases; tanto sentido tiene participar en las actividades deportivas como en las que el arte, y tanto sentido descubrir el mundo exacto de los números como abrir la inteligencia a las nociones exactas del universo  del conocimiento.

 

Es verdad que cada uno posee una determinada vocación dada por Dios, y que hace poseedor de determinados dones y talentos, por lo que siempre rubricaremos algún ramo de manera preferencial, pero en modo alguno el tener una asignatura del mayor interés nos hará menospreciar el resto,  aconteciendo con ello algo semejante al que sabiéndose enamorado es capaz no de menospreciar al resto de su entorno, sino por el contrario, es aquel amor el que le lleva a prestar atención al resto de quienes le circundan, de los que están a su lado.

+ Crecer de manera integral: La primacía de la formación espiritual y valórica conlleva a dar a las demás disciplinas o ramos, durante toda nuestra etapa escolar, la necesaria armonía pues,  es signo de madurez saber que dar prioridad a los valores, principios y fe no nos hace menospreciar las demás disciplinas formativas sino –por el contrario- nos lleva a darles la mayor importancia pues todas ellas están  ordenadas desde y hacia procurar cumplir la voluntad de Dios.

Descubrir que el estudio, entendido como aprendizaje, compartir, divertirse, jugar, forma todo parte de lo que Dios quiere para nosotros hoy, de tal manera que el trabajo del niño y del joven se despliega en sus largos  años vida escolar desde play group hasta cuarto año medio. Crecimiento ininterrumpido… formación y educación permanente.

Nuestro Colegio fue fundado bajo el cuidado y ejemplo de San Pedro Apóstol, en cuya vida encontramos una riqueza fecunda, muy apropiada para descubrir en sus palabras y acciones cómo poder seguir a Jesucristo en nuestros días, dónde el tono está marcado por la creciente incredulidad. Como ayer, hoy repite nuestro patrono: “ámense profundamente los unos a los otros…Practiquen la hospitalidad, ” (1 San Pedro).

+ El estudio es una manera de amar y de servir: San Pedro, al igual que varios otros de los primeros apóstoles era un hombre dedicado a su trabajo. Descubrió a Jesús en medio de sus afanes y labores, del mismo modo hemos de reconocer el querer de Dios hacia nosotros en medio de la aplicación al estudio, que en ocasiones puede parecernos ineficaz y monótono, pero que encierra una riqueza enorme para bien nuestro y de nuestro prójimo.

 

 

El reciente resultado del último Simce nos ha ubicado en el lugar 44 de los colegios en Chile. Un logro por cierto que implica una aún mayor responsabilidad en vistas a dar razón a quienes en el futuro se incorporaran en nuestro Colegio. Sabemos que ser mejor no es tener más años, ni ser más grande, ni más masivo, el valor de la grandeza se mide en este caso por la constancia, la visión, el justo orden que se tiene al momento de impartir educación.

Si acaso unos y otros, formandos y formadores reman a igual ritmo, saben que están en la misma embarcación, colocan su mayor esfuerzo y dedicación, se dejan iluminar en la navegación por aquella verdad que ilumina toda oscuridad, entonces, los resultados siempre serán como una brisa favorable que viene a nuestro auxilio. Bogar con viento a favor hace más fácil el esfuerzo, de modo similar, le pedimos en este día a nuestro Santo Patrono san Pedro que nos obtenga desde lo alto la gracia de ser dóciles buscadores y servidores de la verdad que es Jesucristo.

¡Que Viva Cristo Rey!

San Pedro Apóstol: Por Jesús escogido para ser la roca sobre la que se edificara la verdadera Iglesia, bendice y protege al Papa, a los obispos y a los cristianos de todo el mundo. Concédenos una fe auténtica y un gran amor por la Iglesia.

Oremos:

“Glorioso San Pedro, elegido por Jesús para ser apóstol, su amigo anfitrión en la casa de Cafarnaúm, seguidor privilegiado del maestro, fundamento de la Iglesia, mira con mucho amor al pueblo cristiano, que continúa la obra de evangelización´ iniciada por vosotros. Pedimos  de manera especial por su sucesor, el Romano Pontífice, con su enorme responsabilidad de guiar a la Iglesia. Intercede para que el Espíritu Santo ilumine su santidad, llevándolo siempre a la verdad completa, para que sea un guía seguro del rebaño que se le ha confiado. Por el amor de Dios nuestro señor. Amén”.







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