viernes, 19 de octubre de 2018

BASTA DE LIDERES ¡NECESITAMOS SANTOS!



TEMA  :          BASTA DE LIDERES ¡NECESITAMOS SANTOS!
FECHA:   TEMA DE FORMACIÓN DEL MES DE OCTUBRE DEL 2018.

Recientemente se descubrió que con ocasión de los graves incendios ocurridos en la región del Maule hace unos años, afloraron especies de flores que se habían “extinguido” hace casi un siglo atrás. En ocasión que todo parecía arrasado  por el fuego, la sutil delicadeza de una flor exótica y de particular fragancia, llenó nuevamente de color el panorama de esa región del país.


 MÁRTIRES MARISTAS ZAIRE 1996
Las profundas consecuencias de la relajación de las costumbres unidas a la irrupción de herejías “explícitas” e “implícitas” dictadas en la enseñanza cotidiana en nuestra Iglesia (Seminarios, casas de formación religiosa, facultades de teología, institutos de pastoral, colegios y parroquias) impartidas durante ya varias décadas, han ocasionado un conjunto de males que han llevado a la mayor crisis de la Iglesia en Chile en toda su historia, ante la cual no hay siquiera atisbo de comparación.
De modo semejante al modo  cómo los fecundos  valles maulinos se vieron esterilizados  por el fuego, la fe presente en nuestra Patria desde hace casi cinco siglos, que celebraremos el invierno del 2020, se ha visto conmovida por gravedad del daño causado.  
Distante dos años de esa fecha, en medio de la honda crisis apoyados en la esperanza propia del creyente, vislumbramos las múltiples gracias que Dios nos invita a recibir en el Jubileo de la Fe aquel año, asumiendo los desafíos de la hora presente.
Mientras que la prensa y las redes sociales destacan profusamente las cenizas de graves pecados y delitos cometidos y consentidos en el pasado, imploramos descubrir aquellas flores de santidad que -Dios mediante- no dejan de embellecer hoy a nuestra Iglesia, tal como Maximiliano María Kolbe Dabrosca lo hizo en Auschwitz (+1941), como Francis-Xavier Nguyen Van Tuan lo hizo en Vietnam (2002), y como los Hermanos Maristas en Zaire (+1996).

La santidad como obra de Dios crece sigilosamente, casi de manera imperceptible por los campos –como las flores de la región del  Maule- y procuran cumplir la voluntad de Dios primero y en todo, teniendo una vida integra e intachable, no por ello carente de incomprensión, desdén y abusos.
ALTAR PARROQUIA PUERTO CLARO
La promoción de la santidad es un imperativo actual, que no es resultante de una improvisación, sino más bien de la búsqueda consiente y común al interior de la vida de la Iglesia, la cual se implora en toda circunstancia. 
Es preocupante que las soluciones sean planteadas por eventuales liderazgos. Los Santos son los verdaderos líderes permanentes que nuestra Iglesia necesita, no son los gestores culturales de la fe, ni los administradores de bienes y personas,  ni los organizadores de eventos religiosos. Debemos tener presente que muchos de quienes actuaron abusivamente en nuestra Iglesia y sociedad ocuparon, al interior de la Iglesia,  cargos de gran responsabilidad y liderazgo,  los cuales los terminaron instrumentalizando en la consecución de sus bajos instintos que afloraron por olvidar aquel instintito propio de toda persona cual es el “ser religioso”.
La búsqueda de la trascendencia fue cambiada por el acto de atesorar aquello  que la polilla y el óxido corroen; el menospreciar el don de Dios prefiriendo los ofertantes baratos del mundo.  
CATEQUESIS EUCARISTICA 2018
Como creyentes procuramos que nuestra esperanza esté puesta en las promesas de Jesucristo, cuya palabra se cumple “sí o sí”. Se requiere de una docilidad interior a los caminos que Dios nos presenta, que pasan por reconocer que en este tiempo  el demonio anda suelto “buscando a quien devorar”.

Vigilantes para evitar filtraciones por donde la mentira prospere en el mundo de la educación, No basta con el hecho de sólo permitir un ramo lectivo de religión o valores. Ello es bueno, pero nuestros colegios confesionales y dependientes del Obispado de Valparaíso deben tener un tono formativo que sea manifiestamente católico, donde los alumnos vean como en una sinfonía la armonía de la verdad de Dios en las letras y en la ciencia. Para ello, el Magisterio de la Iglesia es abundante y explicito, el cual debe urgentemente ser presentado y asumido por quienes cumplen el papel formativo al interior del aula.
El Catecismo de la Iglesia ha de permear la enseñanza en los diversos ramos, que en un establecimiento confesional constituye un imperativo irrenunciable, lo cual sólo puede acarrear bienes en la formación integral de las futuras generaciones. Siguiendo con la enseñanza de San Alberto Hurtado: “Está muy bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien”, que el actual Sumo Pontífice citó ante los jóvenes en el Santuario Votivo de Maipú,
Igualmente: está muy bien no enseñar falsamente, pero es perverso no enseñar el bien debido. La corrupción de menores nace al no enseñar la verdad…!Toda la verdad! Si a los niños se les enseña la fe verdadera, con las exigencias propias desde pequeños, bajo el principio del santo temor de Dios, que implica el respeto cariñoso y confiado en Aquel que nos creó y redimió, muchos males y pecados posteriores quedarían desde su germen neutralizados. 
¿Por qué se dejó  de enseñar la fidelidad, el pudor, la disciplina, el heroísmo, el sacrificio, la abnegación y la resignación? ¿Por qué las virtudes de obediencia, humildad, piedad, veracidad suelen estar relegadas y dadas por supuestas?
En la educación actual sólo se enseña a los niños y jóvenes “compartir”, como si ello fuese la piedra angular en el proceso educativo. Se les hace pensar que dedicando unas horas a colocar techos y lucir poleras y pulseras quedase validado en su vida espiritual no importando lo que subyace en su corazón frente a Dios, la sociedad y su familia.

PADRE JAIME HERRERA CHILE
En diversos ambientes de nuestros colegios llamados “de Iglesia” se induce a los alumnos a pensar que unos cuantos martillazos justifican actitudes altaneras con los padres de familia y personas de la tercera edad; que da lo mismo  comulgar al participar en la Santa Misa que dedicando horas al activismo social; que los índices de absorción de conocimientos es lo más importante en el mundo de la educación sobre la formación espiritual, valórica, y moral. Lo anterior lo vemos crudamente graficado en las denominadas “misiones” que se organizan bajo el amparo de diversos centros de Educación Superior en los cuales lo menos que se hace es evangelizar, difundir la fe, y ser pro activos como católicos.
            TERCERA EDAD PUERTO CLARO
Ha llegado el momento de explicitar el orgullo de ser católicos en medio de la mayor de las crisis en la historia de la Iglesia en Chile. De las cenizas de un bosque han surgido las más bellas y aromáticas de las flores, de modo semejante será la fidelidad a Dios y la santidad de vida la que cambie el rostro de la fe de “ceño fruncido” con que se vive la fe hoy en nuestra Patria. Como ayer y mañana, son hoy los santos los llamados a cambiar el alma de Chile manchada por las lágrimas del sufrimiento experimentado por tantos años. No serán los “nuevos rostros”, “nuevas ideas” “nuevas actividades”,  “nuevas iglesias unionistas”,  “nuevos líderes”.  los que transformen a Chile en un país católico, serán los santos que abran su corazón a Dios en todo, y descubran que “Dios no es el rival de nuestra libertad sino su primer garante”. ¡Viva Cristo Rey!

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