TEMA : “EN LA FUERZA DEL CRUCIFICADO”.
FECHA:
HOMILÍA CELEBRACIÓN DE LA PASION / ABRIL / 2019
Estamos
en la hora decisiva. Aquel, cuyo nacimiento marca un antes y después en la
historia humana, voluntariamente asume el camino propuesto por el Padre Eterno.
En las horas previas, inserto en un dialogo orante de íntima y plena comunión,
imploraba diciendo: “Padre, si es posible
que pase de Mi este cáliz, pero no se cumpla mi voluntad sino la vuestra” (San
Lucas XXII, 42). Con ello, nos invita Jesús, desde su
condición de perfecto Dios y hombre a la vez, a seguir el itinerario
dictaminado por el Señor para nuestra vida, asumiendo que no somos producto del
azar sino de un acto de predilección del amor de Dios que nos ama
entrañablemente, por medio del cual nos llamo un día a la existencia y nos
encamina en todo momento a estar con Él un día en Cielo, destino final de nuestro hacer y querer.
Al
mirar a Cristo en la Cruz descubrimos el sentido de todo sufrimiento humano
pues en la persona de Jesús se encuentra la respuesta definitiva dada por Dios
Padre a cada misterio de nuestra vida, incluido el de padecer.
La
historia personal y social nos entrega innumerables páginas en las cuales, como
cuando pequeños leímos un libro de algebra sin comprender nada, quedamos sin
respuesta ante la razón de tanto sufrimiento manifestado en guerras, abusos,
persecuciones, infidelidades, por una parte, y enfermedades y desprecios por otra, todas
las cuales no parecen tener respuesta convincente en nuestra sociedad actual y
en nuestra vida, en ocasiones alejada de Dios.
¿Por
qué un niño padece tal o cual enfermedad? ¿Para qué tanto tiempo postrado con
una enfermedad? ¿Cómo ver que muere gente de hambre en una cultura que con la
tecnología actual podría alimentar al doble de la población? ¿Cómo tantas
personas subyacen esclavos bajo la idolatría de las drogas? ¿Cómo tanto tiempo
permanece el dominio de las ideologías y la herejía, como caldos de cultivo para un mal vivir?
La
lista de preguntas puede resultar interminable e infructuosa a la vez si acaso
nuestra mirada evita detenerse en Quien es crucificado en este día. En caso contrario,
cederemos a la tentación de las ideologías fundamentadas en el utilitarismo y
el pragmatismo por medio de las cuales sólo resulta bueno aquello que es
considerado arbitraria y consensuadamente como beneficioso y útil.
VIA CRUCIS PUERTO CLARO 2019
Sin
duda, una persona que sufre, que no puede y no tiene ante la mirada del “mileniarismo social”, y por qué no decirlo, religioso
–también- pareciera no tener cabida en su ámbito de aceptación. No ocupan lugar
en sus vidas, no tienen importancia siendo sacados fácilmente del espectro
(ámbito) de interés.
Ahí
están los no nacidos, los que son inviables, los que no han sido deseados, los
que ameritan mucho gasto y deben ser eliminados…Los que no están acordes con
los criterios de la modernidad, los que se oponen a construir un mundo
secularizado, los que hablan de la riqueza de las virtudes y de la fe como
anteriores a los bienes que se oxidan,
se hurtan o son tenidos como obsoletos por las modas.
En
realidad…nada importa en sus partes si acaso el todo no es aceptado, lo cual
nos hace comprender que allí donde Dios Creador y Redentor es excluido del
horizonte de nuestras vidas se terminará inevitablemente trivializando toda
vida que sea considerada como “improductiva”.
Esto
hace que el conjunto de leyes impulsadas por el progresismo, cuyo origen emerge
de una manifiesta marginación de Dios
permita que los niños vivos en el vientre materno y que no son deseados o
considerados carentes de salud, sean por una decisión personal eliminados del
banquete de la vida llegando al extremo de facilitar más hoy la vida de una
foca que la de un niño que está camino a nacer; ese mismo espíritu liberal propicia que los niños nacidos no coman un “superocho” pero si se permite que consuman vicios indescriptibles por
medio de un desenfreno que no tiene limite; son los mismos progresistas
religiosos que han permitido el debilitamiento de la familia como genuina
célula de la sociedad promoviendo –incluso- uniones que pretenden legitimar lo que a los
ojos de Dios es algo aberrante.. !Dios castigó a Sodoma no lo bendijo!
En
la hora de nuestra salvación, como creyentes, asumimos que estamos insertos en el tiempo más
favorable para “tomar en serio” el
precio de nuestra salvación que ha sido saldado por Jesús en lo alto de una
Cruz. Es la hora donde la contemplación de paso a la imitación; la admiración
ceda espacio al seguimiento, pues si no hacemos parte decisiva de nuestra vida
aquello que profesamos terminamos por permitir que la sangre derramada caiga al
suelo frío de la indiferencia.
IGLESIA PUERTO CLARO
La
envolvente espiral del proceso secularizador del que somos testigos encuentra
su espíritu unificador en la actitud de quienes intervinieron para que Jesús
fuese crucificado: Poncio Pilato con su desidia (pereza) por la verdad se lava
las manos para desentenderse de lo que percibía como grave injusticia; Judas
Iscariote que por la enfermiza inclinación (codicia) al poder y el dinero vende la amistad y
cercanía que durante tres años cultivó junto al Señor; Herodes que deseaba por
curiosidad ver al Señor y conocer alguno de los milagros que hizo Jesús,
habiendo exterminado a los santos inocentes (soberbia) se hace cómplice activo de la muerte de quien
la Bondad; los discípulos, amigos del Jesús que toman “palco” como espectadores (pereza) observando todo a la distancia; Simón Pedro
habiendo sido alzado para confirmar en la fe a la Iglesia naciente, niega en
tres ocasiones haber conocido al Señor.
SACERDOTE
JAIME HERRERA CHILE
Ciertamente,
podríamos extender esta lista, y ser más acuciosos en el rol cumplido por cada
uno, mas ¿Dónde habría estado cada uno de nosotros hace dos milenios atrás?
¿Cuál habría sido nuestra respuesta puestos en iguales circunstancias?
¿Venderlo?
¿Desconocerlo? ¿Abandonarlo? ¿Menospreciarlo? ¿Insultarlo? Sin duda, a lo largo
de nuestra vida muchas de estas cosas realmente las hemos hecho a Cristo más de
una vez, más por la superficialidad en nuestra vida espiritual no somos capaces
de sopesar realmente que el Señor hoy ha muerto por obtener nuestra salvación
eterna, por lo que tiene gran provecho espiritual el considerar que por la
Padeció Jesús es el camino salvación a la vez que la aceptación y comprensión
del sufrimiento como parte de nuestra vida, desde la Pasión de Cristo purifica
nuestro amor a Dios y al prójimo, extendiendo su ámbito,
El
antiguo refrán indica que “amor con amor se paga”, y viene a la
memoria al contemplar el rostro silente de Jesús silente a esta hora, donde la
expectación del mundo comienza a esperar el cumplimiento de los anuncios hechos
por Jesús: “Destruyan el templo, y en
tres días lo reconstituiré” (San Juan II, 19).
Junto
a la Virgen María, en esta tarde de Viernes Santo guardaremos en nuestro
corazón todo lo que hemos visto hoy con
el alma llena de una esperanza que se alza contra toda persecución, contra toda
duda, y contra toda tristeza pues Cristo se alzará triunfante en unas horas. De
esto somos testigos. ¡Que Viva Cristo Rey!
ALTAR DE LA VIRGEN DEL PUERTO CLARO
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