MATRIMONIO / PARROQUIA
ÁNGELES CUSTODIOS / DICIEMBRE 2017
En el atardecer del día de la Inmaculada Concepción,
en medio de la celebración de la Santa Misa, con gran alegría y una fe engalanada
de esperanza, nos hemos reunido para participar del santo matrimonio, de
Ignacio y María Paz, quienes han acogido la llamada del Señor en vistas a
constituir una nueva familia, sobre la sólida base que da la presencia del
Señor por medio de su gracia.
MISA EN LO VASQUEZ 2017 |
En efecto, son ustedes, queridos novios, quienes de modo libre y
consiente en unos momentos más, manifestarán públicamente la mutua
aceptación para vivir el resto de los días que Dios les conceda no sólo
bajo un mismo techo sino que siendo participes de un mismo pensar, un mismo
sentir, y una misma fe, lo cual, nos hace descubrir esta unión como
exclusiva e indivisa: En Dios, con todo, para toda la vida juntos.
¡Sin duda un proyecto de vida desafiante, en medio de
un mundo que se alza como si Dios no existiera! Por tanto, se requiere de un
alto grado de docilidad a los designios de Dios, una “determinada determinación” (Teresa de Ávila) para oponerse a los antivalores del mundo, aprendido -en parte- por el novio en su adolescencia y
juventud bajo el lema institucional de su Colegio: “Vincit qui ci vincit”. Por la sola voluntad no se alcanza la
santidad, pero sin ella, tampoco. Por esto, ambos se esforzarán como uno
solo (que son) para dar cumplimiento a lo que Dios les pida
de ahora en adelante.
En este templo, en más de una ocasión habrán resonado
las palabras de San Alberto Hurtado Cruchaga, cuando le hablaba a los jóvenes
seminaristas del entonces Pontificio
Seminario de los Santos Ángeles Custodios, o cuando quizás bendijo algún
matrimonio como el vuestro -lo es- en este hermoso día. En medio de uno de
ellos, les dijo a los novios: “Que su
nuevo hogar en estos tiempos de disolución de la familia, de tanta corrupción
familiar, sea un ejemplo, tanto más visible, cuanto mas destacada es la
situación vuestra. Que su hogar refleje la austeridad de los antiguos hogares
chilenos que hicieron la grandeza de
nuestra Patria”.
SACERDOTE JAIME HERRERA
DIÓCESIS VALPARAÍSO CHILE
|
Sin duda, la
simpleza y la virtud de la austeridad resultan un imperativo en medio de la
cultura del exitismo, donde el tener tantas veces suplanta al ser, como
consecuencia de un mundo donde la materia pisotea el espíritu, y la vida
interior pareciera no tener lugar en las preocupaciones de nuestra vida cotidiana.
Vuestro matrimonio lo celebran en una época muy
especial del año, lo hacen en medio de la primavera donde observamos cómo los
arboles crecen en directa relación hacia el sol. Responde a su naturaleza ser
buscadores de luz y agua; eso explica su forma o deformidad…de modo similar, desde
que hemos nacido, se ha ido desplegando en cada uno, una tendencia hacia la
complementariedad, hasta el punto, que la persona humana puede ser
comprendida por su carácter relacional.
La fuerza individualismo que impera en nuestra
sociedad de suyo es antinatural, porque lo propio de la persona es darse a
conocer….El ser es una creatura esencialmente manifestativa.
El actual catecismo enseña muy sintéticamente la
definición de lo que es el hombre: “Dei
Capax”…Un ser con capacidad de Dios, de amar a Dios y de ser amados por
Dios. Es nuestra relación con Dios, nuestra
religiosidad lo que finalmente confiere entidad a todas nuestras acciones
y palabras
Ambos han experimentado a lo largo de vuestra vida
esta doble llamada que Dios les ha hecho: A estar en comunión con El por medio
de una vida verdaderamente cristiana, por lo cual, un día fueron bautizados, recibieron la
confesión sacramental y, la primera
comunión; junto a lo cual, han descubierto
la riqueza de la vida junto a los demás: en la familia, en el colegio,
en la universidad y en el mundo del trabajo.
PADRE JAIME HERRERA GONZÁLEZ |
Por estas dos razones, descubrieron un día la
necesidad de asumir el compromiso definitivo de donarse mutuamente asumiendo
que este camino es el que les conduce a la verdadera santidad, aquella que fue
descrita por el Señor: “Sed perfectos
como mi Padre de los cielos es perfecto” (San Mateo V, 48).
Sin adornos, sin terminologías ambiguas, debemos
decirlo con claridad: ¡Si se casan, se casan para ser santos!. Esa es la esencia de la vida matrimonial,
que tiene como consecuencia: que procurarán ser felices, que vivirán perpetuamente
unidos, que expresarán el amor con la generosidad, Dios mediante, de una numerosa descendencia, que compartirán múltiples
virtudes y sobrellevaran eventuales defectos. ¡Una vida juntos! ¡Una vida
para ayudarse a ser santos!
Así se lo dijo San Alberto Hurtado, cuando recordaba
la oración de un novio: “Permíteme
compartir la vida con la que amo, para
ser mejor junto a ella, y que ella sea mejor junto a mí”.
Queridos novios, han sido convocados en este día
para ser partícipes del proyecto de vida que Dios les confió, el cual es
tan sublime, que estuvo reservado sólo para ser manifestado al momento en que
el Señor Dios habló de sí mismo, de su vida íntima trinitaria. Así, cuando
forma al hombre y la mujer los hace “muy
parecidos a Él”, utilizando el autor sagrado el recurso literario de un plural
mayestático: “Hagamos” y “a nuestra”, lo cual es una evidente
expresión de la persona del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS 2017 |
Y los creó iguales en dignidad, y complementarios en dones y naturaleza, de tal
manera que el crecimiento de uno va de la mano, de la mente, del corazón, con el otro, por ello es fundamental
entender que el camino de la perfección y de la felicidad ya tiene un rostro,
una voz, y una mirada. Y ello es definitivo, por esto importa elegir
con los criterios del Evangelio ajenos a los del mundo que
son…cáscara…condiciones…clausulas…tiempo.
Por ello, vuestro matrimonio ha de fundarse sobre roca, es decir, sobre la persona
de Cristo tal como lo hicieron aquellos novios en Caná de Galilea, los
cuales invitaron a Jesús al inicio de su vida como esposos, la cual se vio
no solo enriquecida sino hasta posibilitada gracias a la intervención del Señor
en aquel primer milagro a solicitud de su madre la Virgen María.
Hoy, igualmente el Señor Jesús se hace presente, en
su Palabra y en su presencia eucarística, con el fin de acompañarlos desde el
inicio de esta aventura de amor, en la cual Cristo caminará con vosotros
permanentemente. Reiterando la senda trazada por nuestro Santo chileno
diremos: “Que vuestro nuevo hogar sea un
hogar modelo de hogares cristianos donde el cuadro del Sagrado Corazón que
lo presidirá, no sea un símbolo desprovisto de realidad, sino el programa que
se realiza cada día en la vida íntima,
un hogar fundado en el amor a Dios, a su Ley, sobre todas las cosas y al
prójimo como Cristo lo amó” (San
Alberto Hurtado).
Hasta ahora hemos esbozado hacia donde van, el norte
de vuestra matrimonio, ahora nos detendremos en el camino, en las etapas, en
los medios necesarios para para llegar a
buen puerto como esposos. Para ello, recuerdo la frase dicha por el
famoso escritor Mark Twain al referirse
a su amada esposa: “Donde quiera que ella
estuviera, allí se hallaba el paraíso”. Ciertamente, sólo un
enamorado pudo decir algo así.
MATRIMONIO CATÓLICO CHILE |
Muchos en nuestra juventud leímos sus libros, o vimos
alguna película de los mismos: “Príncipe
y Mendigo”; “Las aventuras de Tom Sawyer”. Bueno, hay un libro muy
simpático que tituló “El diario de Adán y Eva”…Allí Adán escribe: “Esta nueva creatura se entromete bastante.
Siempre está merodeando y me sigue por todas partes. Esto no me gusta; me estoy
habituando a la compañía. Preferiría que se quedara con los otros animales. Hoy
esta nublado, hay viento Este; creo que tendremos lluvia… ¿Tendremos?
¿Nosotros? ¿De dónde saqué esta palabra?...ahora lo recuerdo la usa la nueva
criatura. Pero, Eva también escribe: “Toda la semana lo seguí
y trate de entablar relación con él. Yo soy la que tuvo que hablar, porque
él es tímido, pero no me importa.
Parecía complacido de tenerme alrededor”.
En ocho líneas se describe como el hombre sorprendido
ante la presencia de la mujer se alegra y descubre que toda su vida estará marcada por el “nosotros”, con lo cual, ya no hay un proyecto de vida solitario,
sino en común, donde las decisiones propias
de la vida conyugal, de toda índole, se conversen y se asumen bajo un mismo
pensar y en un mismo sentir. Jesús lo dijo claramente: “ya no son dos sino uno solo” (San Mateo XIX, 6), por lo que así han de esforzarse en llevar la vida
familiar.
El “Yo quiero,
yo puedo, yo tengo, yo voy”, dará paso a: “queremos, podemos tenemos e iremos”.
Dice el escritor respecto “de aquella creatura que siempre está merodeando y me sigue por todas
partes”: En la actualidad se da frecuentemente la tentación que los
solteros vivan como casados y los casados vivan como solteros. Aprendan a
confiar mutuamente y verán cómo para quienes aman de verdad no requieren de
alzar banderas independentistas, pues el ser amado no es rival de la libertad
sino su garante, y buscará siempre la felicidad y santidad del corazón en
quien se realiza y desea pasar el resto de los días que Dios les conceda.
Que la Virgen María, en cuya solemnidad han querido
contraer santo matrimonio les bendiga en esta tarde, y les conceda una
familia creyente bajo su manto protector de madre, maestra y reina. ¡Que
Viva Cristo Rey!
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