martes, 25 de agosto de 2020

 

Sr. Rector PUC en Santiago,

Don Ignacio  Sánchez Díaz,

Presente.                                                      Vallis Paradisi, Lunes 27 de Julio 2020

 

De nuestra consideración,

                                         Con profunda preocupación he tomado conocimiento que, en el uso de una de las redes sociales, don SEBASTIÁN GRAY AVINS (RUT. 7.516.762-8), profesor titular de la PUC,  incorporado como tal el 17 de abril pasado,  manifestó que de acuerdo a la situación del país,  el Presidente debería ir a la guillotina en la Plaza de Armas. Más allá de una eventual interpretación, que a diferencia de un edificio o una obra de arte si es posible tener perspectivas diversas, las palabras emitidas por el catedrático de la Universidad que Ud. dirige, incitan a una actitud que promueve “la muerte” de una persona como solución a los problemas presentes,  lo cual,  no tiene cabida en la enseñanza de nuestra Iglesia, cuanto a lo que promueve el Romano Pontífice, en estricta concordancia con  un magisterio y una tradición  ya bimilenarias.

                                         Al momento de ser nombrado el Señor  GRAY AVINS como profesor titular, la página oficial de la PUC, indica que “de acuerdo a los lineamientos de la Universidad esta categoría es el reconocimiento más alto en la carrera académica de los profesores de la Institución y quienes la obtienen “se caracterizan por demostrar un claro compromiso con la misión de la universidad, participar en la formación de personas con su labor docente” entre otros aspectos.

                                        Insertos y partícipes de la Iglesia en Chile que se ha visto fuertemente dañada a causa de los abusos en el ámbito consagrado (sacerdotes, religiosas y diáconos)  y laical (profesores, catequistas) que se han dado en el pasado,  resulta incomprensible y por lo tanto inaceptable,  que dicho profesor titular mantenga su nombramiento luego de propiciar de manera pública una expresión, que obviamente no representa  el sentir de la institución, la cual,  debe velar por el mandato recibido de la Santa Sede en orden a defender la dignidad de toda persona, realidad que el profesor SEBASTIÁN GRAY AVINS gravemente ha lesionado en esta oportunidad.

                                        Para un creyente da lo mismo sea el presidente o el ultimo ser gestado en vientre materno de quien se trate ante la realidad de un abuso, ello siempre será inaceptable, y en todo momento condenable.                              

                                        Nuestros jóvenes  asumen con meridiana claridad un antiguo adagio: “ley pareja no es dura”, traducción popularizada del brocardo: “Dura lex, sed lex”. Estimo que la cesación como profesor de la comunidad educativa PUC es una medida necesaria y ejemplarizadora particularmente, en estos momentos donde nuestra Iglesia debe dar señales claras que no permitirá nuevas actitudes, acciones, y llamados al abuso en cualquiera de sus formas, tal como en este caso ha sucedido, sumado al escándalo que ha ocasionado.

                                        El profesor GRAY AVINS borró con premura su violento mensaje argumentando haber sido malinterpretado, por lo que pedía disculpas si alguien se había “sentido” eventualmente ofendido.  La verdad que esto,  si es aplicado a otras formas de abuso,  nos lleva a exigir una medida clara de parte de la Universidad de la cual es Ud. Rector, puesto que,  no basta pedir disculpas genéricas cuando se ha lesionado a una persona en particular, que ocupa el cargo de Primer Mandatario de una Nación.

                                       Entiendo que como entidad de Iglesia Ud. puede y debe recurrir a la Comisión de Abusos del Arzobispado respectivo ante situaciones que afecten seriamente a terceros, y de garantizar que respecto de la vida de toda persona nunca se puede tratar con liviandad, puesto que, de una actitud permisiva de estas expresiones se ha pasado a acciones que luego las lamentaciones no han bastado como excusa, lo que ha ocasionado una herida lacerante en la vida de nuestra Iglesia que peregrina en Chile.

                                       Como sacerdote desde hace treinta años al servicio de nuestra Iglesia Católica,  he visto que debidamente se nos exige una conducta próvida en todo momento –como siempre debió ser- por lo que ahora,  no sólo estimo que puedo pedir, sino que además,  veo necesario exigir,  que una Universidad Pontificia que depende de una Congregación  de la Santa Sede y que posee el reconocimiento  de Pontificia,  obre en consecuencia de lo que sostienen sus propios estatutos respecto a la dignidad de todas las personas y la conducta intachable de los profesores titulares que,  en este caso,  manifiestamente debe ser sancionado con la única medida posible que es la pronta cesación del cargo.

 

                                        El pasado siete de abril el Sr. GRAY argumentaba por red social que “profesores de Teología UC enseñan a sacerdote católico que Dios no castiga”, pues bien, sólo trece días después era nombrado “profesor titular” para que en pocas semanas llegara a decir por el mismo medio que “(el presidente) sea guillotinado en la plaza de armas”. Estoy cierto que esa no es la enseñanza de la PUC y es mi deseo seguir manteniendo esa convicción.

                                        Por diversos medios luego de las declaraciones emitidas por  un profesor de su Universidad recientemente Ud. declaró que “no está en nuestra identidad denostar a ningún integrante de nuestra comunidad, bajo ninguna circunstancia”, añadiendo que “el camino para resolver este tipo de situaciones en tiempo de tanta incertidumbre es expresándonos con prudencia, en un sano dialogo, con respeto a nuestras diferencias siendo fundamentalmente solidarios y empáticos” (9 de abril 2020).

                                       Sr. Rector. La prudencia es una virtud que, entre otras cosas, nos permite distinguir entre lo urgente y necesario, entre lo importante y lo principal, según lo cual, en este caso, tratándose de expresiones que encierran una odiosidad inaceptable emitidas por un profesor titular de la Universidad (SEBASTIÁN GRAY AVINS), no deje de aplicar la mayor sanción con la diligencia eficaz pues,  si un día, el Buen Dios no lo permita, la sangre inocente riega las calles y las aulas de la Universidad, por una violencia desatada, tendremos la certeza de haber visto aplicado debidamente los Estatutos de la Universidad y los Protocolos para evitar todo tipo de abusos, en una comunidad de educación superior a la que suelen postular menores de edad salidos de nuestros colegios, movimientos laicales, parroquias y familias creyentes.

                                       Agradecido por su atención, Dios guarde a Ud. y comunidad PUC.

Pbro. Jaime Herrera González

Cura Parroco de Puerto Claro

 

cc.  Administrador Apostólico de Valparaíso. (21/08/2020)

      Edición Blog Our Lady of Mercy of Clare Port (21/08/2020)

 

Parroquia Puerto Clareo / Calle Santos Tornero 215 / Cerro Toro / Valparaíso / Fono: 997402707


La Plaza de Armas  como lugar de encuentro

Para este hombre fue más que un dicho ir a la guillotina

¿Quién preside esta Pontificia Universidad Católica?


 

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