viernes, 15 de noviembre de 2019


TEMA  : “MARIA PRONUNCIA EL SANTO NOMBRE DE DIOS”
FECHA: DIA SEGUNDO MES DE MARÍA AÑO 2019.
“No tomar el nombre de Dios en vano ni en falso” (Éxodo XX, 7).
Nos corresponde en este día a detenernos en el segundo mandamiento dado por Dios en el Monte Sinaí al patriarca Moisés. Nos habla de jurar bien y de respetar el nombre de Dios porque es santo.
Sin duda, lo primero que hacemos ante una persona desconocida es dar el nombre, por lo cual,  se devela en parte algo propio e íntimo. Cada uno respeta su nombre y se ofende si se mal utiliza o se dice un sobrenombre. Respecto del Nombre de Dios sólo cabe el respeto a su uso evitando vincularlo con lo intrascendente, lo innecesario y banal. El juramento en la antigüedad era tenido como algo decisivo por lo que sólo podía ser invocado Dios como testigo de algo veraz y trascendente. El solo nombre de Dios es adorable, ante el cual toda rodilla debe doblarse -en cielo y tierra- como signo de respeto y piedad.
El deber positivo de este precepto implica el voto, el juramento y la promesa, realidades a las cuales  la Virgen María desde niña estuvo tempranamente vinculada, puesto que sabemos –por voz de la tradición-   que la Virgen desde su primera infancia estuvo consagrada a Dios por lo que toda su vida fue cumplir la voluntad de Dios desde la entrega y disponibilidad.
No basta con repetir el nombre santo de Dios. Es inútil la alabanza de nuestros labios si acaso no va unida a la del corazón. Esto nos hace descubrir que el acto de respetar el santo nombre de Dios como eco de la  fidelidad es una virtud de gran provecho en la presente cultura de la simulación y las apariencias. En efecto, la dicotomía entre lo que se vive y profesa, entre lo que se promete y cumple, encuentran en el testimonio de la Santísima Virgen un muro insuperable. Donde muchos muestran lo que no son la Virgen con su vida nos dice quién es.
El respeto del santo nombre hecho alabanza si bien “no es necesario” para Dios porque todo lo es,   si ayuda a quien lo hace para crecer en la virtud de la piedad y a los demás. ¿Quién no se ha sorprendido gratamente cuando un hijo llama con respeto y cariño a su padre? Entonces, ¡Cuánto más si a Dios se refiere!

VALPARAÍSO CHILE NOVIEMBRE 2019


El hecho que la Santísima Virgen desde niña estuviese consagrada con la anuencia de sus padres –san Joaquín y santa Ana-  es una promesa hecha “voto” que implica obligarse a hacer algo y omitir todo lo que vaya contra de esa promesa y voto.
La Sagrada Escritura nos enseña que un voto hecho por amor a Dios es bueno y conveniente a quien lo hace. Así el libro del Eclesiástico nos  recuerda que: “Si haces voto a Dios no olvides en cumplirlo” (V, 4-4)….En tanto que el texto de los salmos exhorta vivamente: “Haz votos al Señor y cúmplelos” (Salmo LXXV, 12).
Para valorar lo que conlleva el respetar el santo nombre de Dios es bueno tener presente que la Virgen concibió a Cristo antes en su alma que en su cuerpo porque su acto de consagración fue anterior al de su condición virginal. Sin duda existe una vinculación entre quien es fiel con quien honra a Dios.
El actual Sumo Pontífice en Octubre de 2018 dijo respecto del segundo mandamiento: “Es una invitación a no ofender el Nombre de Dios y a evitar usarlo inapropiadamente”.

PRIMERA COMUNIÓN NOVIEMBRE 2019


Un día fuimos bautizados en el “nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Con ello se inició nuestra vocación a la santidad, avanzando en procurar vivir de manera cotidiana según el querer de Dios. Esto no se vive de manera privada, como cerrado en las cuatro paredes de nuestra vida, sino que está llamado a implementar una cultura creyente y católica en la cual el Santo Nombre de Dios se reverenciado y respetado tal como se conserva en algunas instituciones en orden a iniciar toda actividad “en el nombre de Dios”.
Lo anterior no debe quedarse solo en las palabras e intenciones, por muy elocuentes y hermosas que estas sean. Debe notarse en la vida cotidiana que Dios nos importa, y que nos esforzamos por cumplir cada uno de sus mandamientos, lo cual va perfilando un modo de vida que en algún momento entrará en conflicto con los criterios de quienes han optado por marginar a Dios de sus vidas y sociedad. Lejos de desincentivar nuestro deseo de llevar el nombre santo de Dios a todos y a todo, el hecho de  ser signo de contradicción será un “trampolín” para la rectitud de intención por el camino de purificación que el Señor disponga.
Pidamos a Virgen María ser fiel a Dios en nuestra consagración bautismal y  a respetar en todo momento de palabra y hecho el Santo Nombre de Dios. ¡Que Viva Cristo Rey!

DIÓCESIS DE VALPARAÍSO CHILE 2019



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