martes, 19 de diciembre de 2023

 

TEMA  : “DULCE NOMBRE DE MARIA”.

FECHA: MES DE MARIA / DIA PRIMERO / AÑO 2023

Una vez más nos reunimos para celebrar a la Virgen María. Durante un mes completo –diariamente- iremos recorriendo las denominadas “letanías lauretanas”, que son “súplicas” o “rogativas” hechas con una denominación o advocación dada a la Madre de Dios. L a Iglesia ha definido las letanías como “forma de oración a  la virgen, recomendada por el Magisterio, que consiste en una prolongada serie de invocaciones dirigidas a la Virgen, que al sucederse una a otra de manera uniforme, crean un flujo de oración caracterizado por una insistente alanza y súplica” (Sagrada Congregación Culto Divino, año 2002).

El Mes de María es celebrado en todo el orbe católico en diferentes épocas: en España, Alemania y Francia se hace durante los meses de mayo y octubre, en tanto que en Chile se inició como una práctica  de piedad al interior del Pontificio Seminario para lo cual,  un sacerdote (Rodolfo Vergara Antúnez)  compuso dos oraciones que son las que proclamamos hasta nuestros días, memorizadas por nuestros antepasados y probamente las recitarán las generaciones futuras. Hacerlo de manera sistemática durante un mes, encierra la riqueza que tiene un verdadero ejercicio espiritual mariano inserto en medio de la vorágine de la última parte del año, marcada por el cansancio y la  monotonía, que pueden afectar la relación y vida cotidiana en el hogar, el trabajo y el Colegio.

Por eso, miramos a la Virgen María e invocamos su dulce y santo  nombre que un día fue pronunciado por el mismo Jesús, que los ángeles se arrodillan al sólo oírlo, y el mundo creyente venera con oraciones, procesiones y cantos. Más de alguien podrá preguntarse ¿será casualidad que sea el nombre más usado en todo el mundo para nombrar a una mujer?

Sin duda, fueron los padres de la Virgen –San Joaquín y Santa Ana- quienes luego de su nacimiento le llevaron al templo a cuatro días de nacida y pusieron el nombre de “María”, por una especial inspiración recibida del Espíritu de Dios. Porque el Señor todo lo hace bien, escogió entre todas las mujeres del mundo a la Virgen para ser su madre, cautivado por su pureza y confianza, más sobre todo por su humildad, por lo que tampoco fue casualidad el nombre que la Madre del Salvador recibiría.

 

El nombre de “María” significa: “Señora”, lo que implica la participación en el señorío del mismo Dios quien le confiere la misión de ser intercesora de todas las gracias que nos confiere, por ello, la Virgen  participa de modo singular –como nadie más- del poder de Dios hecho servicio hacia  quien lo implora y necesita.

El poder de la Virgen que proviene del que le ha sido conferido por Dios, no es por imposición, ni se apoya en la fuerza, sino que tiene su eficacia por la generosidad, el amor y el buscar a quien más lo necesita…su poder es un servicio que se nutre con el acto de ayudar a los demás, en cada una de las necesidades, especialmente,  en todo lo que se refiere a la  búsqueda, encuentro y vivencia con su Hijo y Dios.

Recordemos que no hay mayor carencia ni pobreza que aquella que nace de alejarse de Dios por el pecado, lo que constituye la raíz de toda otra pobreza, por lo que el primer interés de la Virgen Santa, más que ser sólo una “solucionadora de problemas materiales” es  facilitar el reencuentro de los hijos con Dios.

En la lengua egipcia el nombre de la Virgen significa “la preferida de Dios”, lo que evoca su condición y vocación única de ser la Madre del Mesías. ¡Nadie más ha recibido esa misión! Sin duda, podemos pensar en cómo Dios estará atento a las peticiones de la Virgen tal como Jesús estuvo presto a obedecer las súplicas hechas por su madre en Caná de Galilea, donde unos novios atribulados fueron testigos del poder de intercesión de la Madre de Jesús. Como entonces, el señorío de la Virgen se manifiesta –ahora- en un servicio diligente y humilde, por lo que, podemos confiar plenamente en la eficacia de auxilio. Habitualmente, con la Virgen María, y con Dios caemos en la tentación de tener una piedad interesada, incluso de hacer del Señor Jesús y su Madre como obligados proveedores de nuestro requerimientos, al punto que obtenido lo implorado olvidamos el necesario acto de gratitud.

Si en el Cielo los ángeles y Jesús mismo honran a la Virgen Madre, ¡cómo no hemos de hacerlo nosotros, simples creaturas necesitadas de su gracia! Por ello, la gratitud nunca debe faltar al momento de rezar ante la imagen de Nuestra Madre, cuyo nombre –Dulce y Santo- es “María”, en virtud de su permanente ayuda en bien de nuestras almas y santidad. ¡Que Viva Cristo Rey!

 

¡ENSEÑANZA DE LOS SANTOS SOBRE EL NOMBRE DE MARÏA!

BEATO RAIMUNDO JORDANO: “No importa lo endurecido y falto de confianza que pueda estar un corazón, el nombre de esta Virgen Bendita tiene tanta eficacia que con sólo pronunciarlo ese corazón se ablandará maravillosamente”.

SAN METODIO: “”Tu nombre, Oh Madre de Dios, está lleno de gracias y bendiciones divinas”.

SAN BUENAVENTURA: “Que tu nombre, Oh María no puede pronunciarse sin traer alguna gracia a aquel que lo hace con devoción. Permítenos, oh Señora, que a menudo podamos acordarnos de nombrarte con amor y confianza, ya que esta práctica muestra la posesión de la gracia divina, o bien es una petición para que la recobremos pronto”.

TOMÁS DE KEMPIS: “Los demonios temen a la Reina del Cielo a tal punto que sólo con oír pronunciar su gran nombre, huyen de la persona que lo dice como si se tratara de fuego ardiente”.

SANTA BRÍGIDA: “No hay pecador en la tierra, por más apartado que pueda estar del amor de Dios, del cual el demonio no esté inmediatamente obligado a huir, si se invoca su sagrado nombre con la determinación de arrepentirse”.

SAN EFRÉN: “El nombre de María es la llave de las puertas del Cielo”.

SAN GERMANO: “Que el último movimiento de mi lengua sea para pronunciar el nombre de la Madre de Dios, qué dulce, qué segura es aquella muerte que está acompañada y protegida por la pronunciación de este nombre, ya que Dios sólo concede la gracia de invocarlo a aquellos a quienes Él estás por salvar”.



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