martes, 19 de diciembre de 2023

 

TEMA  :  “MARÍA, MADRE DEL BUEN CONSEJO”.

FECHA:   MES DE MARÍA / SEXTO DIA / AÑO 2023

Hoy celebramos el sexto dia del Mes de María. Como todos los días, recordamos una de las letanías lauretanas que son un “piropo” o reconocimiento que hacemos la Virgen María por medio de una expresión, que en este dia es “María, Madre del Buen Consejo”.

Es uno de los nombres más antiguos con que se honra a la Madre de Dios, pues el primer templo en Roma, luego de  la conversión del imperio al cristianismo, fue dedicado bajo el título de la Madre  del Buen Consejo, lo que demuestra el cariño especial que había entre los primeros creyentes hacia la Virgen y el verla como quien puede –efectivamente-  aconsejar con seguridad. En efecto, si algo precisamos de quien esperamos nos ayude con sus palabras y consejos es que sea alguien que nos da la seguridad.

María obra del Eterno Consejo: El Padre Eterno predestino a la Virgen para ser la Madre de Jesús por lo cual es la obra maestra en la creación. La Biblia enseña que los pensamientos de Dios son eternos y perfectos, por ello cuando pensó en el alma de María Santísima la revistió de toda perfección, por eso el Arcángel la denominó: “Eres la llena de gracia”. Sin duda, la Virgen es parte de los designios de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por lo que es objeto de la directa “deliberación” (si es posible usar esta expresión) de la Trinidad.

María fue llena del don de Consejo: Los dones del Espíritu Santo son siete: Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y santo Temor de Dios, todos los cuales sostienen nuestra vida moral y nos hacen obediente a la voluntad de Dios. Cada uno de estos dones permiten algo especial, dado por Dios, que en el caso del don de consejo recibimos una luz que nos permite conocer y escoger siempre lo que mejor sirve para dar gloria a Dios y buscar –con ello- el bien de nuestra salvación. El dia de la confirmación recibimos tales dones, y vemos que muchas almas de los santos se vieron potenciadas para poder alcanzar las más altas cumbres de la perfección, por lo que sus vidas son dignas de ser imitadas. Había hace décadas atrás una serie muy leída por nuestros antepasados que se llamaba “Vidas Ejemplares”, y era la vida de los santos que se editaba semanalmente y era buscada con avidez por los niños y jóvenes.

Pues bien, si lo hecho por un santo a lo largo de su vida  es imitable, cuanto no ha de serlo la vida de la Virgen, que como Madre del Buen Consejo nos invita a la santidad y a ser parte  de la primera línea de los mejores hijos de la Iglesia, y por lo tanto,  los primeros en el servicio hacia quienes más lo necesitan. 

María fuente del Buen Consejo: En todo momento debemos ir a la virgen para recibir el don de consejo, con el fin de conocer , escoger y realizar en todo momento lo mejor para tributar gloria a Dios y el bien de alma, que siempre será obtenido por el camino de la conversión y de una vida coherente al Evangelio. El don de consejo nos permite salir en defensa de nuestra fe ante el espíuritu de indolencia reinante en muchas almas,  y evitar los ambientes desfavorables para el cultivo de las virtudes cristianas. A toda madre le interesa dar los mejores consejos a sus  hijos, pues porque lo ama quiere lo mejor para él, en tanto que nuestras madres siempre desean que sus hijos permanezcan alejados de los peligros, las crisis, los conflictos, los ambientes y personas.

Para nadie es desconocido que estamos en tiempos  donde la fe se ve fuertemente cuestionada. Recordamos a la Virgen que interviene con meriada claridad en medio de la realización de las Bodas de Cana de Galilea, dando cono único consejo: “! Hagan todo lo que el Señor les diga!” (San Juan II, 1).

La experiencia nos enseña que un hijo siempre acude a su madre porque sabe que obtendrá respuesta y ayuda de parte de ella, que está lista para servir a los suyos, por eso,  podemos acudir siempre al auxilio de la Virgen que,  como buena madre,  nos dará un  buen consejo.

El Papa San Pío V envió un corazón de oro para ser puesto ante la imagen del Buen Consejo. Esto nos recuerda que cuando valoramos a una persona no sólo es porque nos ha dado algo, sino sobre todo porque nos ha dado un buen consejo, por lo que decimos “tiene un corazón de oro”. Aquí en el Colegio tenemos la oportunidad de ayudar a nuestros amigos de curso que -en ocasiones- pueden haberse equivocado en alguna acción o en algina juicio emitido que exige de la ayuda eficaz de un buen consejo. Para esto, el Señor permite que podamos ser útiles con el consejo oportuno, claro, lleno del amor de Dios, tal como la Virgen lo hace con cada uno de nosotros. Entendamos con claridad, que no son sólo nuestras ideas, ni nuestro consejo el que damos, sino que estamos llamados a ser instrumentos de su sabiduría y bondad en dichos consejos.  ¡Mater Bone Consilii, Ora Pro Nobis! ¡Que Viva Cristo Rey!

 

ORACIÓN A LA VIRGEN DEL BUEN CONSEJO (PAPA PÍO XII):

Virgen Santa: Movidos por la dolorosa incertidumbre que experimentamos en la búsqueda y adquisición de la verdad y el bien, nos arrojamos a tus pies y te invocamos bajo el dulce título de Madre del Buen Consejo.

Te imploramos: Ven en nuestro auxilio, durante nuestra estancia terrenal, en estos momentos en que la unión de la oscuridad del error y el mal trazan nuestra ruina descarriando las mentes y corazones.

Trono de Sabiduría y Estrella del Mar, ilumina a las víctimas de la duda y del error de modo que no puedan ser seducidas por el mal que se disfraza como bueno; fortalécelas contra la hostilidad y las fuerzas de corrupción de la pasión y del pecado.

.

Madre del Buen Consejo,
obténnos de tu Divino Hijo el amor a la virtud y la fuerza para elegir,
en situaciones dudosas y difíciles,
el camino acorde a nuestra salvación.

Sostenidos por tu mano haremos este viaje de tránsito terrenal sin daño
a lo largo del sendero enseñado por la palabra y el ejemplo de Jesús nuestro Salvador, tras el Sol de la Verdad y la Justicia en libertad y seguridad
a través del campo de batalla de la vida
bajo la dirección de tu maternal Estrella,
hasta que finalmente lleguemos al puerto de salvación
para disfrutar contigo la paz eterna y pura.

Amén.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario