HOMILÍA MES DE MARÍA / COLEGIO MACKAY / 16/11/2016.
Lo que entendemos por “bueno” es aquello que Dios nos dice en
la Santa Biblia. Muchas personas piensan que la bondad es sinónimo exclusivo de
aquello que nos gusta, entonces, se
suelen cometer las mayores atrocidades e injusticias por una bondad falseada.
MISA DEL MES DE MARIA MACKAY SCHOOL |
Dios quiere que seamos
buenos, pero no desea que seamos bonachones
que permita separar lo que es bueno con lo que es verdadero. ¡Bien y verdad son
inseparables! Así lo debemos mostrar por medio de nuestra conducta
Los primeros en ceder a
la tentación de separar lo bueno de lo verdadero fueron, nuestros primeros
padres – Adán y Eva- al interior del
Paraíso. Ellos cerraron sus oídos a lo
que Dios les dijo y prefirieron seguir la voz del Maligno, lo que tuvo
consecuencias abismales.
¿Cómo se nota una
persona que vive el fruto de la bondad?
a).
Tiene conciencia limpia: Durante este Mes de María tenemos
la oportunidad de limpiar nuestra alma en el sacramento de la confesión, con el
fin de vivir en paz interior, con la conciencia pura que permite ver con
claridad, según enseño nuestro Señor en el Sermón de la Montaña: “Bienaventurados los limpios de corazón
porque ellos verán a Dios” (San
Mateo V).
b).
Posee un gozo interior: La bondad se suele expresar en la
alegría presente en el corazón de quien
vive en el Espíritu Santo. Todos nos sentimos llamados a responder a quien
se acerca con una sonrisa, la cual sólo emerge del corazón que se esfuerza por
vivir como amigo de Dios.
c).
Se muestra en su actitud: La afabilidad es una
característica que externamente expresa lo que subyace en el alma. La faz es el
rostro en el cual se debe invitar a los demás a confiar en la bondad de Dios, procurando el rostro
adusto, el ceño fruncido, que evidencien molestia y desprecio hacia los demás.
d).
Se muestra en la amistad: Estamos culminando el año, el
cansancio propio de los meses pasados hace que las relaciones personales se
vean tensionadas, en tanto la exigencia académica de los trabajos y pruebas
finales conlleva en ocasiones un cambio de humor que nos hace distanciarnos y
molestarnos con mayor facilidad. Para ello, la obra de Espíritu Santo nos hace
vivir la bondad de manera especial
con nuestros amigos del colegio.
MISA COLEGIO MACKAY REÑACA CHILE |
Entonces, en el ejemplo
de la Virgen María descubrimos la invitación a que Dios ame a los demás por medio nuestro…Es un
imperativo de nuestro tiempo hacer presente y patente la bondad de Dios. Siendo Él, el mayor bien, entendemos que nada es
mejor que la manifestación de su bondad
en medio nuestro y nada se puede anteponer a sus designios.
El hecho de haber
recibido la bondad de Dios supone un
real compromiso en orden a ser eficaces intérpretes de esa bondad a todos los que están junto a nosotros, en especial, allí donde pasamos más horas todos los días: En
el Colegio hay largas horas donde compartimentos con nuestros amigos del curso,
los cuales tienen derecho a ver en nosotros la bondad de Dios, y nosotros tenemos -en todo momento- el deber de irradiarla.
La bondad es una actitud que permanentemente se manifiesta, casi diremos
“espontáneamente”, por lo que pasa a
constituir un verdadero ADN que nos permite identificar a aquel que procura
comportarse como católico. Conocemos a personas que se disfrazan con frecuencia:
pueden hacerlo de payasos, pero, en
ocasiones, pueden estar llorando en el
alma, constatando una dicotomía existencial.
En el Antiguo
Testamento se usa la palabra “bueno”
por primera vez en el libro del Génesis, donde luego de haber creado todo: “Dios vio que todo era bueno”. En el profeta
Amós se nos enseña que hemos de buscar a Dios para vivir, buscando lo bueno y
no lo malo para vivir (V, 4-15), beneficiando en
especial a los más débiles, esto es: al que requiere más ayuda, al que puede
estar enfermo, al que está solo, al que pasa alguna necesidad, al que no sale
de vacaciones. ¡Invítenlo! ¡Ayúdenlo! ¡Visítenlo! Dios los premiará dándoles el ciento por uno.
Sin duda, la bondad
verdadera nace de la amistad con Dios y del fiel cumplimiento de sus preceptos.
No es bueno quien no cumple los mandamientos de Dios y de su Iglesia, como
tampoco lo es quien aleja a otros de la amistad con Dios. Bien claro lo dice el
Evangelista: “No imites lo mal, sino lo
bueno, el que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a
Dios” (3 San Juan 1, 11)
¡Que
Viva Cristo Rey!
PADRE
JAIME HERRERA / DIÓCESIS DE VALPARAÍSO / CHILE / SANTOS TORNERO Nº 215 / FONO: 997402707
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