miércoles, 22 de noviembre de 2017

“VIRGEN FIEL”

 MEDITACIÓN DÉCIMO SEGUNDA  /  MES DE MARÍA  /  AÑO 2017


¡Que hermoso es mirar hacia el cielo en la noche en medio del campo! Aparece infinitud de estrellas que antes no parecían desconocidas! En el plano de la fe pasa algo parecido: Descubrimos algo que va más allá de nuestra inteligencia, y que Dios nos ha dado a conocer. La Virgen es experta en esto: Mirar la realidad desde el don de la fe, por eso hoy la llamamos: La Virgen Fiel.

Nada de cuanto un pescador deposita en el corazón de la Virgen queda al margen de la mirada, bondad y misericordia de Dios. Todo lo nuestro lo ve en los ojos de la Virgen Madre.

La Santa Eucaristía es el corazón de la Iglesia…si resulta imposible imaginar a una persona viva sin corazón, de modo similar resulta creer en una Iglesia viva sin la Santa Misa donde palpita Jesús…

En este día honramos a la Virgen María porque sobresalió en la virtud teologal de la fe. Ella fue muy fiel a todo lo que el Señor le pidió, caracterizándose por tener una actitud de inicial acogida a los planes de Dios.

Por ser la fe la primera de las virtudes , y teniendo presente que la Santísima Virgen las tuvo siempre en grado perfecto, podemos descubrir en toda su vida el modo cómo vivir el don de la fe, particularmente,  en medio de una sociedad que,  a causa del materialismo imperante,  reniega de ella, y en ocasiones, no menores,  la mutila colocando una división  entre la vida como creyente y la vida como persona, lo cual –finalmente- es causa del germen del liberalismo,  que –inevitablemente- terminará provocando una doble vida moral, y mañosamente colocará el credo en la vereda contraria al de la vida cotidiana.

Entonces, al interior del templo se vive como creyente, y fuera de él se vive a lo pagano. No se ve mayor dificultad en que un ateo o masón imponga sus criterios como autoridad pública, y termine arrinconando la vida de la Iglesia a un simple ramo de historia, al interior de un museo, o como parte de unhobby propio de excéntricos espirituales.  

Con ello se esconde la vida pública de la fe, se niega el Reino de Cristo en la sociedad: Según el progresismo religioso Jesús no puede mostrarse públicamente, no puede hablar públicamente…se le esconde…perdonen la comparación… como Alf cuando tiene visitas no tiene derecho a hablar a los demás. Es una vida de creyente que no molesta, que esta cómoda encerrada al interior de la conciencia, pero que no sale a convertir, no busca el esplendor de la verdad, y no se presenta como propósito cautivante de una vida verdadera.

¡Qué distinta es la fe de nuestra Madre Santísima! Ella de inmediato comunica, contagia de gozo y acompaña “en las buenas y malas”, cercana con cuantos anhelan vivir en fe al modo como San Pablo nos lo describe: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi”. 
               
Características que debe tener nuestra fe:

Sencilla: Amerita la aceptación o asentimiento rápido de todas las verdades reveladas por Dios en las Sagradas Escrituras, incluidas aquellas que por su  grandeza resulten un misterio para la inteligencia por estar más allá de sus capacidades. La fe tiene razones que la razón desconoce. ¿Es razonable la fe? Por lo pronto no puede ir contra la razón pero si más allá de ella….como acontece con una estrella muy distante que no deja de existir porque no la veamos y nuestro “mirar” sigue siendo válido y eficaz aunque limitado.

El Señor Jesús nos recuerda que: “quien no acoge el Reino de Dios como un niño no entrará en el Reino de los Cielos” (San Lucas XVIII, 17). Los criterios del Santo Evangelio sólo pueden ser descubiertos por quien deposita su fe totalmente en Dios: “se las has revelado a los pequeños” (San Mateo XI, 25).

Sólida: La confirmación a lo revelado lo hacemos apoyados en Dios que lo dice. Cuando éramos pequeños el argumento decisivo que zanjaba una discusión de cualquier materia, era “lo dijo mi papá”. Los creyentes decimos: “Lo dijo Dios” y esto simplemente nos basta.

En el mundo de la materia tenemos los ojos para descubrir todo nuestro entorno que de suyo nos habla del poder y de la bondad de Dios; en el mundo del conocimiento, tenemos la inteligencia, por medio de la cual donde descubrimos los principios, leyes, y ciencias, y en el mundo sobrenatural tenemos el don de la fe para descubrir los misterios y verdades que Dios nos enseña con el fin de alcanzar la bienaventuranza eterna.

Por esto tengamos presente que la fe debe ser firme, no dudosa ni vacilante. Como es Dios quien lo asegura es algo que no cambia, que no se funda en los sentidos que pueden equivocarse, tal como la experiencia nos lo indica, como tampoco se fundamente en la argumentación que de suyo es limitada.

Para confirmar nuestra fe, Jesús fundó la Iglesia cuya misión es custodiar y darla a conocer a todos, en el esplendor de la verdad. La Iglesia en su misión puede ser zarandeada, hasta  puede moverse por aguas muy turbulentas pero nunca se hundirá porque tiene su apoyo en Jesucristo que la asiste hasta el fin de los tiempos con su advenimiento en la Parusía.

Dios vio en Ella a quien como perfecta creyente (fe) era capaz de hacer el bien a todos y en todo momento (amor). Su fe fue formada en la más perfecta caridad, por eso hoy y siempre la reconocemos como la Virgen Fiel. ¡Que Viva Cristo Rey!






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